El Palo ha cerrado con un balance de dos puntos su particular semana más larga a domicilio. Tras arrancar un empate del estadio de los Juegos Mediterráneos, saldo con idéntico resultado su visita al estrecho Municipal de Arroyo de la Luz. Un campo tan similar al Nuevo San Ignacio que lo hace igual de complicado.

La paliza que debió pegarse la expedición paleña para llegar hasta el lugar del encuentro no afectó en exceso a los jugadores. Aguantaron el tipo en un partido muy físico, de poder a poder. Consciente de ello, Rafa Muñoz apostó esta vez por un doble pivote. Juntó a Rafita e Iván Márquez en la medular y dio más libertad a Quique de la Mota. El técnico malagueño era consciente de dónde se iba a decidir el encuentro y decidió reforzar la medular. La batalla, más digna de una partida de ajedrez, quedó en tablas.

El reparto de puntos fue lo más justo viendo el fútbol desplegado por ambos conjuntos en un partido trabado y falto de ocasiones claras. Apenas dos por equipo en las que obligaron a los porteros a realizar intervenciones de mérito para mantener el 0-0 en el marcador. El partido comenzó con un punto más de intensidad. Paleños y extremeños querían hacerse con el dominio del encuentro y el centro del campo se convirtió en el principal campo de batalla del choque. Las áreas pasaban bastante inadvertidas hasta que Juanillo despertó a todos con un excelente disparo que estuvo a punto de convertirse en el 0-1. Con ese susto malagueño se llegó al final de los primeros cuarenta y cinco minutos. Poco más había sido el bagaje ofensivo de ambos conjuntos hasta el descanso.

La segunda mitad siguió por los mismos derroteros que la primera. Centrocampismo y las defensas imponiéndose a los ataques una y otra vez. Zamorano tuvo un buen zarpazo desde la frontal, pero se marchó lamiendo el poste. Quizá las mejores noticias llegaron desde el banquillo. Antonio Muñoz retornó año y medio después de lesionarse y Pirulo tuvo minutos tras superar un problema de rodilla que casi le obliga a pasar por el quirófano. Ambos dieron oxígeno en ataque, pero no encontraron espacios. Conforme pasaban los minutos el conformismo de repartir puntos fue calando entre ambos equipos, que sestearon hasta el pitido final. Otro empatito más que sigue acercando a los paleños al objetivo milagro de lograr otra permanencia más en Segunda B.