Punto que sabe a gloria

A mi parecer, el Málaga se llevó un premio algo excesivo de su partido en La Coruña, puesto que generó muy poco para conseguir tres goles y estuvo indeciso en defensa. El punto, eso sí, sabe a gloria para reforzar la moral para afrontar próximos encuentros.

Tras el varapalo recibido ante el Valencia, se plantaba el Málaga en Riazor para enfrentarse a un Deportivo al que parece haber mirado un tuerto. Javi Gracia dispuso del sistema 1-4-4-2 con Santa Cruz haciendo las veces de Cop en la punta de ataque, Atsu en el lugar de Juanpi y poco más. El Deportivo salió muy enchufado, presionando en todas las zonas del campo y dando problemas al Málaga en la salida.

El peso del juego recayó en los locales, siempre con superioridad en los costados. Sin embargo, las ocasiones llegaron en algún error de Kameni, primero en un córner donde Mosquera no acertó a marcar en semifallo, luego tras un centro sin aparente peligro. Hasta que un grandioso balón de Recio en un saque de esquina dejó a Charles libre para empujar al fondo de las mallas en el segundo palo. Ventaja algo inmerecida visto lo ofrecido por el conjunto blanquiazul. El Deportivo siguió intentándolo pero una buena jugada que provocó la lesión de Kameni la salvó Weligton bajo palos.

El Málaga estuvo muy replegado esperando las acometidas en ataque para salir con transiciones rápidas. Antes del descanso, una buena jugada de Lucas acabó con balón en segunda jugada que Atsu no atajó a defender y se convirtió en el empate.

En el arranque del segundo tiempo, el conjunto malaguista dio un paso adelante, se hizo con el balón y empezó a generar un juego más combinativo. Llegaron dos cambios de jugadores tocados, Chory y Santa Cruz, muy desasistido. Podríamos decir que la creatividad se la ha quedado el lesionado Cop. El Deportivo fue aprovechando espacios al contragolpe. Uno de ellos fue comandado por Fede Cartabia que tomó una autopista hacia el gol ante la inoperancia del amonestado Miguel Torres. Antes, Camacho había adelantado al equipo en otra jugada de saque de esquina en el que Víctor miró su listado para ver quién había errado en la marca.

Los locales pusieron más para ganar y, fruto de ello, Lucas Pérez adelantaba a su equipo para acariciar la victoria. Nuevamente, a balón parado volvía a establecerse la igualada en el marcador, esta vez en propia meta.

Desde el punto de vista táctico, el encuentro fue una locura de difícil análisis. Hay que hacer una lectura de errores y aciertos independientemente del resultado. A grandes rasgos, el equipo sufrió en defensa, no llevó el peso del juego en grandes tramos del partido y hoy en día la presencia de Cop se antoja fundamental para generar situaciones de ataque. Eso sí, el balance del balón parado ofensivo y defensivo estuvo genial.

En ese sentido, Recio golpeó las acciones de los tantos con buen efecto y fuerza, aunque su gran partido no lo resumiría solo en las situaciones a balón parado.

Otro de los nombres propios que dejó el duelo fue el debut liguero de Ochoa al fin. El jugador mexicano es un gran portero, de talla internacional. Ahora le toca la oportunidad que nunca tuvo y debe aprovecharla a marchas forzadas. No tengo ninguna duda con respecto al nivel que puede ofrecer en la portería malaguista.