Con las incorporaciones simultáneas de Albert Luque, Edinho y Jordi Pablo, la confección de la plantilla del Málaga de cara a la campaña que viene ha experimentado una aceleración notable que ha traído la tranquilidad a Martiricos. El presidente de la entidad, Fernando Sanz, aseguró ayer en los momentos previos a la presentación del delantero catalán que no serán demasiadas las caras nuevas por venir. Concretamente, el centro del campo y el ataque se verán nutridos, según el dirigente blanquiazul. "Quedaría por fichar un delantero y un mediocentro que cumpliera la faceta ofensiva y defensiva, aunque más esta última", avanzó Sanz, quien consideró, además, que "queda poco para terminar la plantilla".

En palabras del presidente malaguista, los jugadores a prueba bajo las órdenes de Juan Ramón Muñiz, Jorge Andrade y Benachour, no supondrán refuerzos complementarios al punta y mediocampista citados, por lo que, en caso de obtener el beneplácito del técnico asturiano, podrían convertirse en los últimos fichajes del Málaga. "Están incluidos en esos dos o tres jugadores que faltan", dijo Sanz, que, sin embargo, aseguró que el equipo podría "dejar una ficha o dos libres por si cae una opción interesante a última hora".

Otro que está en la lista de futuribles es Duda, que sigue en Nervión a la espera de acontecimientos. "Duda pertenece al Sevilla y poco más puedo decir. Hubo interés y él dio un gran rendimiento el año pasado", dijo Sanz, sin profundizar demasiado en la posible vuelta del portugués al club costasoleño.

Por otra parte, Sanz descartó a Salva y, prácticamente, hizo lo propio en cuanto a efectuar un esfuerzo económico por otro jugador, como ha sido el caso de Edinho: "Me gustaría traer a los mejores, pero disponemos de un presupuesto limitado. Será muy difícil".

Respecto a las salidas, actualmente conviven en el plantel 28 jugadores y la entidad aguarda recibir la terna descartes de Muñiz. "Estamos esperando que el entrenador nos diga con los que no cuenta para buscarles equipo", aseveró.