ciclismo l Giro de Italia

Quince años después

  • Contador volvió a ganar la ronda italiana para España tras el último triunfo de Induráin en 1993 · El de Pinto rompió la hegemonía local que duraba más de una década

Alberto Contador, madrileño de 25 años, se convirtió, 15 años después del segundo triunfo de Miguel Induráin, en el segundo español que gana el Giro de Italia, cuya 91 edición concluyó en Milán con la victoria del italiano Marco Pinotti en la última contrarreloj individual de 28,5 kilómetros con final en Milán.

Desde que pentacampeón del Tour de Francia lograse su segunda maglia rosa consecutiva en 1993, ningún español había pasado del segundo puesto en la ronda italiana: Abraham Olano en 2001 y José Enrique Gutiérrez en 2006. Unai Osa también estuvo en el podio con su tercer puesto en 2001.

Después de 11 victorias italianas consecutivas, el trofeo de vencedor del Giro regresa a España.

Contador, que se sumó a la carrera a última hora tras la repentina invitación de los organizadores al equipo Astana, llegó a la última etapa con una exigua renta de 4 segundos sobre el italiano Riccardo Ricco (Saunier Duval) y una más holgada de dos minutos sobre Marzio Bruseghin (Lampre) que fueron quienes le acompañaron en el podio final. Ricco, el mejor debutante, terminó a 1:57 del español, y Bruseghin acabó a 2:54 y salvó el tercer puesto por sólo dos segundos ante e acoso de su compatriota Franco Pellizotti.

Junto a ellos, los otros grandes triunfadores de la presente edición del Giro fueron los italianos Bennati, ganador de tres etapas y que se lleva la clasificación de los puntos; y Emanuele Sella, vencedor de tres etapas y de la general de la montaña, camiseta que lució desde el primer día.

El circuito de la última contrarreloj era casi plano. Partía de una altitud de 205 metros y remataba en el Corso Venezia a 119. Un trayecto en el que Contador era superior, en teoría, a sus rivales directos en la general. Como Induráin, el madrileño se disponía a conquistar la carrera después de haber ganado un Tour, algo al alcance de pocos.

En 1992 el corredor navarro ganó la contrarreloj final sobre un recorrido cuya distancia era el doble que la de ayer. Con ese triunfo parcial llegó su primera victoria final en el Giro. Contador anhelaba en emular al ciclista de Villaba cerrando la carreta con una victoria de etapa.

El primer tiempo importante en meta lo obtuvo el ruso Mikhail Ignatiev con un registro de 32:55, a una media de casi 52 kilómetros por hora, pero el italiano Marco Pinotti, campeón de Italia contrarreloj, batió su marca con 32:45 y permaneció al frente de la etapa hasta el final.

Todo el interés, sin embargo, se centraba en la lucha entre Contador y Ricco. El primer control de tiempo, situado en el kilómetro 10,9, empezó a despejar la incertidumbre: el español, con un parcial de 13:40 (el decimocuarto) aventajaba en 55 segundos al italiano. La batalla por la maglia definitiva estaba zanjada, aunque el triunfo de etapa se le escapaba al líder.

Por el segundo control, en el kilómetro 19,7, Contador marcó 32:28. El margen sobre Ricco había crecido hasta 1:26 y perdía 20 segundos respecto a Ignatiev, el mejor en ese punto -aunque acabó siendo tercero-, pese a que luego fuera superado en la meta por Pinotti, que aventajó en siete segundos a su compañero alemán Tony Martin.

Al final, Ricco llegó a la meta con un tiempo de 35:17, a 2:32 de Pinotti, y a partir de ahí Alberto Contador pudo saborear el triunfo, sabedor de que sólo un accidente podía costarle la victoria final en el Giro. El madrileño paró el crono en 33:24, a 39 segundos del vencedor de etapa. De esta forma, el español, como Savoldelli en el 2005, ganaba la general sin obtener ningún triunfo parcial, lo que demuestra que su regularidad ha sido la clave de su gran éxito.

Así, la crono que no deparó ninguna sorpresa. El de Pinto, por resultados, ya había dejado claro que era mejor que sus rivales, por lo que sólo un percance podía bajarlo del primer puesto del podio que ocupaba en la salida de la última etapa. Y es que los tres minutos de diferencia con el que salieron Ricco y Contador impidieron que el de Pinto doblase al italiano, algo que sí hizo en el primero de los dos Giros que ganó Induráin con Claudio Chiappucci, en la última y muy recordada etapa con final en Milán de la edición de 1992.

El desgaste de las últimas jornadas alpinas pasó factura a los primeros clasificados de la general, que desaparecieron de los primeros puestos de la etapa, lo que provocó que las posiciones del podio no cambiasen, aunque Pellizzoti (Liquigas) estuvo a punto de quitar la tercera plaza del podio a Bruseghin (Lampre), del que se quedó a sólo dos segundos siendo al final cuarto.

El peor parado de la contrarreloj fue el italiano Emmanuele Sella (CSF), que perdió la quinta plaza en favor del ruso Menchov (Rabobank), aunque las tres etapas que ha ganado en el Giro son una magnífico balance. Danilo Di Luca cedió también la séptima plaza en favor del belga Jurgen Van der Broeck (Silence Lotto), la gran revelación de la carrera.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios