La última vez que sonó el Devotion en el Carpena fue hace una semana. Aquello acabó en un lío arbitral como no se recordaba en el Palacio, con bronca desde las gradas y carreras y gritos en los vestuarios. Es historia lo de la semana pasada y toca centrarse en la pista, por más que aquello haya tenido como secuela ver hoy a Costas Rigas, director de arbitraje de la Euroliga, en el palco. Hay motivos más estimulantes para centrarse en el parqué aunque lo del jueves anterior oliera demasiado a podrido.

Llega Repesa, que no hizo en Málaga honor a su fama aunque haya reconocido con humildad a posteriori que su falta de conocimiento de la ACB le devorara. Su Euroliga tuvo difícil reproche, pero en competiciones domésticas se ausentó de la Copa y del play off, balance indefendible aunque en el club tuvo algunos fuertes valedores. Pero el nombre de Joan Plaza ya estaba decidido por los que mandan en el club. El cambio no ha sido para nada malo, el catalán revirtió en un año una situación bastante delicada. Pero hoy es un partido, 40 minutos. Repesa con ganas, sus jugadores también porque lucen en un escaparate en el que pueden ser comprados y hay cierta urgencia en el Unicaja, porque acaba con tres partidos a domicilio y con un encuentro en el Carpena ante el CSKA. O sea, que sin victoria hoy no habría ese colchón para asegurar el pase a los 16 mejores, donde no se falta desde 10 años atrás.

Quien contempla los entrenamientos del Unicaja asegura que se ha trabajado esta semana a unos niveles muy altos de intensidad, como no se hacía desde casi un mes atrás por las ausencias. Las sensaciones son buenas. Markovic renquea de su derrame óseo en un dedo del pie y Plaza dejó caer que si cae con antelación la clasificación para el Top 16 el serbio tendrá su ración de reposo. Es un jugador esencial, se le necesita para que Granger, que ha hecho un sobreesfuerzo lejos de su mejor momento físico, no explote en sentido negativo. También se vestirá hoy Jon Stefansson, de hecho viajaron anoche rumbo a Lugo con el Clínicas Rincón Soluade, Romaric y Karahodzic, los tres habituales en los entrenamientos y también en los partidos del primer equipo. El islandés apenas ha completado dos trozos de entrenamiento, pero irá pillando sensaciones. Carlos Suárez también progresa. Habrá más lesiones a lo largo de la temporada, pero es de esperar que no se concentren como en las semanas anteriores.

La victoria ante el Tenerife contribuyó a recuperar algo de confianza. Caleb Green se soltó la melena, por ejemplo. En ese reparto coral de protagonismo que persigue Plaza falta gente por digerir su rol o que el técnico se lo encuentre, caso de Vasileiadis. Pero vienen ahora dos partidos importantes para medir, en menos de 48 horas, la profundidad de plantilla que atesora el equipo malagueño. Nadie sobre en el barco. Incluso el propio Maodo Nguirane, al que en algún momento se la ha visto desplazado de la rotación va teniendo sus minutos para descargar a los interiores.

Enfrente está un Cedevita que en la ida tuvo buenos tramos de partido y con el refuerzo de Roko Leni Ukic, el jugador franquicia del equipo de Zagreb que ahora tiene más galones que nunca, un equipo para él. Junto a él, un puñado de jugadores croatas interesantes que en el futuro coparán grandes clubes. Hoy están en la pasarela del Carpena dispuestos a exhibirse. Con Jasmin Repesa al mando. Las ganas suyas de ganar de donde no salió demasiado bien chocan con las del Unicaja por no complicarse la vida.