El futuro de Ricky Rubio se juega en 11 kilómetros, los que separan el centro de Barcelona de Badalona. Palau Olímpic o Palau Blaugrana. Tras permanecer aislado en los últimos días de la prensa, Ricky compareció ayer en conferencia de prensa para dejar clara cuál es la postura respecto a su futuro, del que se han escrito ríos de tintas en las fechas recientes. "Mi sueño era ir a la NBA, pero a día de hoy no es posible. Entonces, me gustaría ir al Barcelona pero, si tampoco es posible, me gustaría quedarme en el Joventut", dijo el joven genio del Masnou sobre el parqué de Bahía Sur, decidido a quedarse en su casa pese los cantos de sirena del Real Madrid, dispuesto a realizar un desembolso muy importante que no acaba de seducir al base todavía verdinegro a día de hoy.
El Regal Barcelona ha ofrecido tres millones de euros por Ricky, pero el Madrid eleva la puja hasta los 3,5, lejos aún de los 5,7 de cláusula de rescisión, pero una cifra elevadísima en el contexto del baloncesto europeo. El Barça juega con la voluntad del jugador, que ha decidido NBA o su casa. Elegido por Minnesota Timberwolves en el quinto puesto del pasado draft, Ricky no encontró en la franquicia de Minneapolis el respaldo económico necesario para dar el salto ya a la mejor liga del mundo. Ante esta tesitura, el futuro de Rubio se mueve entre Badalona y Barcelona. Apenas 11 kilómetros.
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