Después de encadenar las cuatro primeras pole positions de la temporada, Lewis Hamilton (Mercedes) hincó la rodilla en la clasificación del Gran Premio de España, en la que su compañero de equipo, Nico Rosberg, le tomó el testigo en otra jornada en la que se confirmó que el McLaren de Fernando Alonso sigue lejos de los mejores.

Llegó la Fórmula 1 a Europa y la vida sigue casi igual. Poco se notaron las mejoras de las escuderías para intentar discutir la hegemonía de los Mercedes que, por tercer año consecutivo, lograron un doblete con vistas a la parrilla de salida de la carrera de hoy.

Y eso que parecía que, tras los entrenamientos libres, los Ferrari habían conseguido rebajar las distancias respecto a los bólidos alemanes. Pero nada más lejos de la realidad. Sebastian Vettel, con un tiempo de 1.26,167, terminó a ocho décimas de Rosberg, mientras que Kimi Raikkonen, séptimo, se vio sorprendido por Valtteri Bottas (Williams), además de por los Toro Rosso de Carlos Sainz y Max Verstappen.

Sí que se produjeron variaciones en el duelo entre Hamilton y Rosberg. El alemán necesitaba en Barcelona presionar a su compañero de garajes, que hasta la fecha había colocado su coche en el primer puesto de la parrilla de Australia, Malasia, China y Bahrein.

El británico confirmó sus malas sensaciones en los entrenamientos libres y fue casi tres décimas más lento que Rosberg, que sólo se vio superado por el líder del mundial en la Q1.

Así las cosas, el germano es el claro favorito para apuntarse en Montmeló su segundo triunfo en el trazado catalán, más aún si se tiene en cuenta que 18 de los 24 vencedores del Gran Premio de España han subido a lo más alto del podio después de partir primeros.

El que aún está lejos del primer puesto es Fernando Alonso. El cambio de continente tampoco parece haber beneficiado a McLaren, cuyos monoplazas siguen sin entrar entre los diez mejores de la parrilla.

Cierto es que la escuadra británica ha mejorado su desventaja respecto a Mercedes si se compara con los registros de Bahréin y China, pero continúan a años luz de ofrecer lucha a los hombres más rápidos del paddock.

Sin embargo, tanto Alonso, decimotercero a tres segundos y una décima de Rosberg, como Button, decimocuarto, se mostraron algo más aliviados tras conseguir disputar la Q2 por primera vez en este 2015.

A pesar de que aún se encuentra muy lejos de la victoria -su gran objetivo a medio plazo-, el asturiano espera dar un paso más en su carrera por evolucionar su monoplaza, si bien la meta hoy seguirá siendo bastante más modesta: acabar entre los diez primeros.

Entre sus rivales puede emerger Carlos Sainz, que confirmó las buenas sensaciones mostradas en los entrenamientos libres. Su Toro Rosso se mostró más rápido que el de su compañero, Max Verstappen y, tras pasar el corte de la Q2, consiguió el quinto mejor crono (1.26,773), su mejor actuación hasta la fecha en su primera temporada en la Fórmula 1.

El reto de Sainz, además de acabar por delante de Verstappen, será conseguir que la degradación de los neumáticos no le jueguen una mala pasada en su lucha por rascar puntos en el gran premio de casa.

Menos suerte tuvo Roberto Mehri que, como viene siendo habitual, cerrará la parrilla de salida, por detrás de su compañero en Manor, Will Stevens. El británico, pese a ser penúltimo, consiguió rodar casi un segundo más rápido que el valenciano.