Baloncesto

La saga malagueña de los Okafor Nweze

  • Con raíces nigerianas y nacidos en Málaga, Chisomaga fue bronce en el Europeo sub 16, Princess es internacional sub 13 y el pequeño Daniel destaca como futbolista infantil

Princess y Chiso Okafor.

Princess y Chiso Okafor.

Hace unas semanas, Chisomaga Favour Okafor Nweze (2003) lideró a España sub 16 a obtener la medalla de bronce en el Europeo de baloncesto de la categoría. Con raíces nigerianas, pero malagueña de nacimiento, es la primera piedra preciosa de una saga que pega fuerte y que está asentada en la Costa del Sol. Su hermana Princess (2006), que juega en el CAB Estepona, también ha sido llamada para los programas de detección de la FEB (es pieza importante en las selecciones andaluzas y malagueñas además de esas citas veraniegas con la española de su categoría). Y queda el pequeño de la familia, Daniel (2007), que se orienta más al fútbol. La temporada pasada firmó 72 goles con el Esteponense y ha despertado la atención del Málaga. Hace las pruebas para acceder al equipo infantil y ha despertado el interés de equipos importantes.

Chigozie Gloria Nweze, la madre de las criaturas, originaria como toda la familia de Nigeria recuerda que llegó a Málaga después de pasar por Burgos unas semanas y por Las Palmas unos meses. Estaba embarazada de cinco meses de Chisomaga cuando se asentó en la Costa del Sol, donde lleva ya 16 años y está muy integrada. “Nació en el Materno”, recuerda sobre la primera de sus hijas. La familia vivía en Miraflores y Chiso, como se se le conoce, empezó a jugar al baloncesto a los 10 años. Era una fuerza de la naturaleza. Francis, un entrenador de la EGB, en Los Guindos, tuteló sus primeros pasos. “Al principio no le gustaba demasiado, era tímida y le costaba, pero rápidamente empezó a jugar con niñas mayores de edad y le gustaba ir. Yo quería que hiciera deporte, es una buena manera de integrarse en la sociedad”, cuenta la madre de Chiso.

Chiso Okafor, durante el pasado Europeo sub 16. Chiso Okafor, durante el pasado Europeo sub 16.

Chiso Okafor, durante el pasado Europeo sub 16. / FIBA

La pívot malagueña (mide ahora 1.82 metros) pronto empezó a integrar las selecciones de Málaga y Andalucía. Llamó la atención en un Campeonato de España de minibásket en San Fernando (Cádiz) y al entrar en edad infantil se marchó para el Maresme catalán, al que guió el curso pasado al título nacional cadete con ella de MVP. “Fue una decisión difícil. Tuvo interés un equipo de Zaragoza también. Finalmente se fue para el Maresme. Su entrenador, Albert, e Imma, su mujer, le cuidan mucho, como Emilio, el vicepresidente”, cuenta Chigozie, que ahora trabaja y vive en Estepona junto a Princess y Daniel.

Princess Okafor, tras un título con Andalucía. Princess Okafor, tras un título con Andalucía.

Princess Okafor, tras un título con Andalucía.

En este proceso, la familia Okafor recibió durante dos años la ayuda de la Fundación Javier Imbroda, que le ayudó con el alquiler y los suministros para sacar a la familia de un ambiente desfavorecido. El actual consejero de Educación y Deporte tiene una buena relación con la familia, que ahora recibe la ayuda de sus actuales clubes. “A Chiso le costó un poco al principio en Cataluña, allí se estudia en catalán, pero rápidamente aprendió el idioma. Habla inglés, español y catalán perfectamente”, relata Chigozie Gloria, que destaca la facilidades para hacer deporte en España, superiores a las que existen en Nigeria. Ya el año pasado Chiso estuvo en el Europeo sub 16, siendo un año menor que sus compañeras. “Cuando la vi con la medalla estaba muy, muy feliz”, asegura.

Daniel Okafor, con el Esteponense. Daniel Okafor, con el Esteponense.

Daniel Okafor, con el Esteponense.

En la escala viene después Princess. Empezó también la EBG y después se marchó al CAB Estepona, donde ahora también destaca y es habitual en la selección andaluza y malagueña y ha sido citada por la española. Entra ahora en la categoría infantil. “Dicen que va a ser mejor que Chiso”, sonríe Chigozie. Igual en un contexto en el que el Unicaja hubiera tenido ya equipo femenino seguramente hubiera permanecido en Los Guindos.

Y el último es Daniel. Juega de delantero en el Esteponense, donde fue elegido mejor jugador del club en la temporada pasada tras marcar una gran cantidad de goles. Vistos los genes de sus hermanas mayores, es normal que los clubes vigilen su progresión. Eso sí, Gloria insiste en que la educación es fundamental y que los niños deben estudiar. “Lo más importante es ser una persona, el deporte está muy bien, pero yo les digo que deben estudiar”, dice la progenitora de la saga malagueña de los Okafor Nweze, de los que seguramente se escuche hablar en los próximos años con más continuidad.

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