Salva Ballesta cumplirá hoy en el Ramón de Carranza ante el Cádiz su partido número cien con la camiseta blanquiazul, que se enfundó por primera vez un 14 de septiembre de 2003 ante el Valencia y con Juande Ramos en el banquillo. En aquel encuentro, el Málaga se medía al Valencia de Rafa Benítez, el mismo técnico que había dado luz verde a su cesión al conjunto malagueño.

Tras 99 partidos disputados con el Málaga, el jugador todavía recuerda la temporada de su debut. "En estas tres temporadas y media he vivido momentos muy buenos y otros no tantos, pero sin duda alguna el mejor recuerdo que guardo es el de ese año [2003-2004]. El equipo se quedó a un solo punto de la UEFA y yo regresé a la selección. Hicimos una magnífica temporada", asegura Salva. Ese año el ariete maño jugó 34 partidos en los que marcó 18 tantos. En la siguiente campaña el jugador tampoco entró en los planes de Rafa Benítez y otra vez fue cedido. El Atlético de Madrid fue su destino y ese año anotó siete goles en 28 partidos.

En la siguiente campaña (2005-2006) el Málaga se hacía con sus servicios. Salva firmaba un contrato con una duración de cuatro temporadas sólo minutos después de que se desvinculara definitivamente del Valencia. El jugador afrontaba su segunda etapa en Málaga en una temporada en la que sólo marcó seis tantos en 34 partidos. En la siguiente las consecuencias del proceso concursal provocaron su cesión al Levante, aunque en los 19 partidos que disputó le dio tiempo a marcar 10 goles.

Esta campañas y tras unas complicadísimas negociaciones prorrogó su contrato hasta junio de 2010 y hoy cumplirá su partido número cien. "La verdad es que desconocía el dato y es evidente que se tratará de un partido especial. Nos jugamos mucho ante un rival directo por el ascenso y necesitamos la victoria para seguir con nuestro objetivo, que no es otro que estar el año que viene en la Primera División", aseguraba ayer el ariete.

Tras una serie de lesiones musculares que le han impedido brillar a un gran nivel, el jugador ya ofreció síntomas de su mejoría en el partido ante el Sevilla Atlético y con sus dos tantos fue uno de los artífices de la victoria. Además, esos dos goles le convirtieron en el tercer máximo goleador del equipo (40), sólo superado por Basti (55) y Catanha (50).