Sara Bravo deja el Costa del Sol y el balonmano
Balonmano
La valenciana ha sido parte del gran ciclo del club malagueño
"Llevo un tiempo con problemas de una rodilla, ya no sólo en la pista, sino también fuera de ella. Lidiar con el dolor día a día se hace cada vez más complicado", explica
Marchas y renovaciones
Sara Bravo no continuará en la plantilla del Costa del Sol Málaga en la temporada 2024/25. Se acaba aquí la etapa de la valenciana como pantera después de cuatro años plagados de éxitos y de títulos. La jugadora ha tomado la decisión de dejar la practica del balonmano profesional a la conclusión de este curso, una decisión valiente en la que el club ha estado a su lado, respetándola y apoyándola. Su nombre queda para siempre en la historia del equipo malagueño, habiendo sido una de las heroínas de este ciclo maravilloso.
Desde su fichaje en 2020 ha vivido una época dorada con cinco títulos como la Liga Guerreras Iberdrola (2023), dos Copas de la Reina (2020 y 2022), una EHF European Cup (2021) y una Supercopa de España (2020). También dos subcampeonatos, EHF European Cup (2022), con récord de espectadores en un partido de balonmano femenino incluido en el Pabellón José María Martín Carpena; y Supercopa Ibérica (2023). Además, en este curso se consiguió el hito de disputar la fase de grupos de la EHF European League.
"Un camino pleno de gloria que ahora termina, aunque Málaga siempre seguirá siendo su casa y siempre tendrá las puertas abiertas. Le agradecemos su compromiso, sacrificio, entrega y su inestimable ayuda en todos estos años para hacer grande al club y le deseamos la mejor de las suertes en lo personal en su nueva etapa. ¡Siempre pantera!", la despedía el club malagueño.
La jugadora explicaba su decisión a través de las redes sociales. "Es una decisión dura y dolorosa. Estos últimos años podría decir que han sido los mejores para mí, he disfrutado muchísimo y me he sentido muy feliz. Siento que después de tantos años de esfuerzo y sacrificio han tenido recompensa. Llevo un tiempo con problemas de una rodilla, ya no sólo en la pista, sino también fuera de ella. Lidiar con el dolor día a día se hace cada vez más complicado. Amo el balonmano y todo lo que me ha dado en este tiempo, por lo que me cuesta dejarlo. En estos meses he tenido un gran debate entre lo que me decía el corazón y mi cuerpo. Esta vez ganó mi cuerpo. Quiero seguir cuidándome fuera de las pistas, no con el objetivo de volver a una sino para estar lo mejor posible en mi vida diaria. Hay vida más allá de este maravilloso deporte y quiero poder disfrutarla sin dolores", afirmaba.
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