Saviola, azote del Zenit

Saviola es presente en el Málaga. Su gol y asistencia frente al Levante alumbran de optimismo la ciudad, que ansiaba un 9 de garantías para ejecutar el gran trabajo de equipo. También quiere ser futuro aquí. En Liga y en Champions, donde está llamado a dar el salto de calidad que pretendía Pellegrini. Lo que ya fue seguro es pasado. En la gran competición del continente marcó 15 goles, en la UEFA, uno más. Tres de esos 16 se los endosó al Zenit de San Petersburgo. Hay que remontarse a la campaña 05/06, tanto al doble enfrentamiento de cuartos de final como al encuentre previo en la fase de grupos. Su retorno a la aventura europea no puede tener más atractivos para el argentino.

"El Zenit es durísimo. Ya tuve la posibilidad de enfrentarme a ellos. Juegan bien y sin duda se han reforzado muy bien, con jugadores de una talla muy buena y será muy complicado", es el diagnóstico del menudo atacante, que funde sus recuerdos de aquella eliminatoria con lo que sabía hoy en día del cuadro de Luciano Spalletti.

"Con el Sevilla me fue muy bien. Esperemos que me siga yendo a mejor. Les hice dos en el Pizjuán y allí uno", repasa de manera escueta el argentino. Lo cierto es que en el choque del Sánchez-Pizjuán, la ida de los cuartos de final, su doblete para el 4-1 final allanó la clasificación hacia semis. Resultó un tormento para Malafeev, el mismo portero que trae el Zenit mañana. Gol de ratón al cuarto de hora en un saque de esquina y gol a pase de Maresca, a diez del final, para aumentar la diferencia antes de que Adriano la dejara en el final 4-1.

No fue en el partido de vuelta en el que marcó el otro, sino en el de liguilla, que se jugaba con esa rara fórmula en la que no había partidos de ida y vuelta con cada uno de los cuatro adversarios del bombo. El Sevilla perdió 2-1. Saviola logró, con el tiempo cumplido, maquillaje para la diferencia de goles. Aquella noche le ganó la partida Kerzhakov, el mismo estilete que expondrá Spalletti mañana en Martiricos. Otro viejo duelo se reedita.

Días bonitos de su currículo, en el que hay 47 partidos de Liga de Campeones. Con el Barcelona, el Mónaco, el Real Madrid, el Benfica. La del Málaga será su quinta camiseta en la competición que todos sueñan. Ello le supone una conciencia de responsabilidad, sabedor de que es la primera participación blanquiazul. "Es una gran ilusión para todos, principalmente para el club. El club ha estado muchos años sin vivir una situación como esta. Jugar una Champions lo enriquece y lo hace sentirse más grande, y esto no es la excepción. Nosotros, los jugadores, somos los artífices, los principales actores de que todo vaya bien, así que tiraremos de lo mejor del equipo, de las individualidades, y trataremos de que esta Champions sea la mejor para el Málaga", precisó el Conejo.

Tras acabar de jugar contra el Levante, Saviola se quedó prendado de la afición. "No sentía una ovación así desde River, tan lindo, tan cercano, tan profundo", detalló. Ahora confía en vivir la magia de la Champions junto a ellos, como esa química tan impactante que se creó en el encuentro frente al Panathinaikos en la ida de la fase previa: "Me dicen que la gente lleva al equipo para adelante, en ningún momento los deja de lado, así que a ver cómo se vive en la Champions. Esperemos regalarle la victoria".