Paul Scholes, a sus 35 años, ofreció un recital de buen fútbol y aupó al Manchester United al primer título de la temporada, la Community Shield (Supercopa inglesa), ante el Chelsea (1-3), donde debutó con un gol el mexicano Chicharito Hernández.

Scholes dibujó un partido memorable, con jugadas de alta escuela. No jugar el Mundial, estar fresco, descansado y cuidarse a su edad tras una trayectoria impecable, dan fuelle aún a Scholes.

Chelsea y Manchester United disputaron un partido intenso. Mientras al resto de clubes europeos se les ve con menor vigor físico, Carlo Ancelotti y Alex Ferguson pueden presumir de tener a su gente un peldaño por encima de los demás.

Scholes fue el gran protagonista de los primeros 45 minutos. De sus botas nació el mejor fútbol del United. Abrió el campo con criterio y precisión a los costados. Valencia y Rooney, cuando cae a la banda derecha, son los grandes beneficiados de la geometría de Scholes.

Especialmente, a la contra. Porque el United sigue siendo letal cuando introduce la quinta marcha. El gol de Valencia, un prodigio de buen fútbol. Scholes mandó un pase medido a la derecha y Rooney lo recepcionó y lo pasó sin mirar a Valencia. El ecuatoriano mandó el balón a la red antes de la retirada a los vestuarios.

Tras el descanso, Ferguson hizo los tres cambios. Refrescó el equipo con Chicharito Hernández, Berbatov y Nani. Todo un lujo que estaba en el banquillo. Suplieron a Owen, Rooney y Park. La entrada del fichaje del verano en el United era esperada. Chicharito es el nombre que se ha puesto en su camiseta Hernández. El marketing aprieta. Y Chicharito es una apuesta personal de Ferguson para esta campaña tras su buen Mundial. El United lo fichó justo antes de ir a Sudáfrica.

Y no le defraudó. Hizo un gol con el alma. Chicharito llegó, vio y marcó su primer gol en competición oficial. Un pase de Valencia, enorme todo el partido, lo mandó a la red el mexicano, cayéndose, de rebote, pegando primero la pelota en su cuerpo, en la cabeza, pero entrando al final en el portal de Hilario, que era el objetivo.

Con el 0-2, el United se relajó. O más bien Alex Ferguson, que dio entrada al veteranísimo Giggs y a Fletcher para festejar el primer título de la temporada. El Chelsea no se rindió, reaccionó y tras acortar distancias Kalou, el equipo de Carlo Ancelotti se metió en el encuentro. Zhirkov rozó incluso la igualada.

Pero ya era tarde, porque los méritos deportivos los puso el United desde el primer minuto. Y en el último suspiro Berbatov, con calidad, cerró el partido después de un hermoso toque de Nani.