El Sporting vuelve a Primera División una década después
Bilic y Morán certificaron el ascenso ante un Eibar que no quiso aguar la fiesta


El Sporting de Gijón consiguió el regreso a Primera División 10 años después al imponerse por 2-0 a un Eibar que en momento alguno pareció querer aguar la fiesta rojiblanca, siendo una comparsa más dentro de las celebraciones.
El Sporting, a pesar de necesitar el empate para ascender, fue el equipo que salió a intentar tener el balón y el que creó ocasiones de peligro ante un Eibar que sólo le aguantó durante media hora.
El conjunto armero, con tres centrales para intentar frenar a Barral y Bilic, basó su juego en dejar a cero a un Sporting que tenía el balón pero no era capaz de crear peligro.
Los azulgrana, prácticamente encerrados en su campo en los instantes iniciales, buscaban sorprender a los locales con balones largos para aprovechar la velocidad de Yague, pero sin demasiado acierto.
La primera ocasión del encuentro la tuvo el equipo local en una falta desde el lateral izquierdo del área que, ejecutada por Quique Mateo, a punto estuvo de sorprender al meta Herrera.
La primera vez que Yagüe recibió un balón en condiciones pudo cambiar el signo del encuentro, ya que desbordó por velocidad a la defensa y fue derribado dentro del área, sin que el colegiado señalase la pena máxima.
El Sporting pasaba entonces sus peores momento pero despertó a raíz de un falta ejecutada por Bilic desde la frontal del área que respondió Herrera con una magnífica actuación evitando el gol.
La resistencia del Eibar pareció aflojarse a la media hora de juego, justo cuando la grada festejaba el gol que adelantaba al Córdoba ante la Real Sociedad en Anoeta.
Espoleados por su público, el equipo asturiano se adelantó en el marcador cinco minutos más tarde en un centro de Barral que de forma impecable cabeceó Bilic al segundo palo.
El segundo tiempo arrancó con un Sporting con el partido completamente controlado aunque apenas llegaba con peligro ante el marco visitante. Los de Preciado se dedicaron a dejar pasar los minutos sabiendo que el tiempo corría a su favor, mientras que el Eibar seguía teniendo las mismas carencias del primer periodo.
Al cuarto de hora Bilic, de falta directa, apunto estuvo de sentenciar el ascenso al estrellar el balón en el larguero. La sentencia definitiva llegó a once minutos para el final en un buen balón que Bilic abrió a la derecha y que el recién incorporado Luis Morán cruzó de forma magistral ante Herrera, colocando el 2-0 que dio paso a las celebraciones.
La fiesta en El Molinón fue total y tanto el público como los jugadores hicieron partícipe de ella a Quini, que desde el palco pudo ver como su equipo volvía a Primera División.
Al final del encuentro, los jugadores de la primera plantilla y los del filial, que por la mañana habían conseguido el ascenso a Segunda B, dieron la vuelta de honor ante unos aficionados enloquecidos pero que respetaron a sus jugadores y no invadieron el campo.
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