Suráfrica como frontera

Munúa, Stepanov, Benachour y Edinho tienen como gran anhelo regresar a sus selecciones y disputar el Mundial

Suráfrica como frontera
Suráfrica como frontera
Ismael Touat / Málaga

17 de agosto 2009 - 05:02

El que viene es año de Mundial, por lo que esta temporada regalará un acicate extra a aquellos jugadores con opciones de defender la elástica de sus respectivos países. El Málaga no es ajeno a esta situación y varias de sus incorporaciones han llegado a Martiricos con los ojos muy pendientes de Suráfrica. Munúa, Stepanov, Benachour y Edinho no son, ahora, piezas indiscutibles en sus selecciones, pero anhelan reivindicarse, recuperar galones y acudir a la cita mundialista que arranca el próximo 11 de junio. Los cuatro están ante el momento de su redención.

Con 22 internacionalidades a sus espaldas, Munúa tiene complicado vestir La Celeste. Fue suplente de Fabián Carini en el Mundial 2002 disputado en Corea y Japón, y después se alzó con la titularidad charrúa en el camino a Alemania, pero varias actuaciones desafortunadas a mediados de 2004 provocaron que dejara de ser convocado. Munúa, no obstante, desea ser llamado de nuevo por su país. "Ir a la selección es un premio y lo más grande que le puede pasar a un jugador. Pero para eso hay que estar bien", dijo en su presentación como malaguista.

En la línea de Munúa se sitúa Stepanov. "Mi principal objetivo es volver a la selección y sólo jugando bien aquí lo conseguiré", señala el central. Aunque únicamente ha disputado seis choques con Serbia, lleva una década representando al cuadro balcánico en todas sus categorías. Su último mal año en el Oporto le pasó factura, a lo que hay que añadir que Serbia tampoco se clasificó para la Eurocopa de Austria y Suiza.

Benachour, por su parte, sabe lo que es participar en un Mundial, pues lo hizo con la selección tunecina en Corea y Japón. El mediocentro confía en que su fichaje por el Málaga sea el trampolín que le dé un puesto en el once de Túnez, que ha defendido en diez ocasiones: "Ahora voy a tener más oportunidades de jugar con la selección".

Edinho posee con Portugal una corta a la par que reciente historia de tres encuentros desde el pasado marzo, con un gol anotado en su debut contra Suráfrica. No ha figurado en la última convocatoria de Carlos Queiroz, pero una vez que alcance su mejor nivel físico está llamado a completar el equipo luso, con el que desea jugar un Mundial que no está nada barato para los portugueses. Otro aliciente que ilusiona a Edinho es que jugaría en el continente donde triunfó como futbolista su padre, el ex internacional guineano Arnaldo Silva, actualmente con una escuela de fútbol en Portugal.

Estos cuatro malaguistas no son los únicos con aspiraciones mundialistas. Baha es asiduo a las listas de Marruecos (con la que compitió la semana pasada ante El Congo) y alberga esperanzas de consolidarse con la llegada del nuevo preparador marroquí, Hassan Moumen, que también podría escogerlo para disputar su segunda Copa de África en enero. Mtiliga no ha trasladado su carrera en la sub 21 a la absoluta danesa, pero en noviembre se estrenó ante Gales en un amistoso, por lo que podría entrar en las quinielas. Duda es un fijo en el lateral zurdo de Portugal, pero sigue en el Sevilla. Sin embargo, su regreso, como indicó Fernando Sanz el viernes pasado, no está descartado.

Respecto al apartado nacional, los nombres de Jesús Gámez y Apoño han sonado en diversas ocasiones para integrar por primera vez el bloque que dirige Vicente del Bosque, aunque el técnico salmantino aún no los ha elegido pese a que los tiene en cuenta.

El club, por tanto, está en condiciones de superar su anterior mejor registro de internacionales en un Mundial. En 2006 no tuvo a ningún representante en Alemania, pero sí cuatro años antes en Corea y Japón merced a las presencias de Koke Contreras con España y las de Gato Romero y Darío Silva con Uruguay. En Suráfrica, el listón puede quedar obsoleto.

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