Toni Moral, blanquiazul a expensas de la firma
Toni Moral vive sus últimos días en Santander. Lo hace con la inquietud lógica de que no se termina de concretar lo que ya es una realidad en su mente, estar vestido de blanquiazul. Pero está tranquilo. Su presidente, Francisco Pernía, le ha dado su palabra de que en cuanto solvente las posibles entradas de Jeffren y Henrique (especialmente del primero), formalizará los documentos para su préstamo al Málaga, con el que su agente, Tomás Lorenzo, tiene todo ya acordado.
De hecho, ayer mismo estaba realizando parte de su mudanza. Sabedor de que su salida se puede hacer oficial de forma inminente, aprovechó que no estaba convocado con su equipo para jugar en Baracaldo -apura la recuperación de una lumbalgia- para trasladar a Burgos, donde tiene una residencia, parte de las pertenencias que tenía en la capital cántabra.
La tranquilidad del extremo zurdo racinguista emana también de las conversaciones que ha tenido con Juan Ramón Muñiz. En un par de ocasiones han charlado, una en la que el técnico asturiano le transmitió las intenciones de contar con él para la temporada entrante y otra para decirle que su llegada para ocupar la vacante de Jordi Pablo será una realidad en cuanto el ajetreo que vive el mercado estos días lo permita.
A Toni Moral y a su esposa, de nacionalidad venezolana, les apetece mucho el cambio a Málaga, especialmente por la añoranza del sol. Tras un periplo de dos años y medio residiendo en Vitoria y otro medio en Santander, establecerse en tierras malacitanas cambiaría esa situación radicalmente.
A pesar de que finalmente el Racing no pudiera concretar la llegada del barcelonista Jeffren, la operación no correría peligro, según le han comentado al propio jugador. Eso sí, el choque de Juan Carlos Mandiá con él, que le ha anunciado que no cuenta con sus servicios, es antagónico al cariño que se le tiene en los directivos santanderinos, a quienes le gustan sus condiciones y que esperan que a partir de la campaña 2010/2011 pueda volver a demostrarlo.
Por su parte, el Málaga sigue manteniendo con absoluto mutismo este y otros temas por la preocupación de su presidente, Fernando Sanz, en liberar fichas que permitan la entrada de más jugadores. Precisamente ese criterio, unido al de la economía, están haciendo que la llegada del meta del Las Palmas Roberto Santamaría sea complicada y que la de Duda se esté ralentizando. En ese sentido, ayer fue una jornada de compás de espera en cuanto a las negociaciones con el futbolista portugués. Lo lógico es que estos días Toni Moral sea el decimosegundo fichaje, pero en estos días finales de mercado la lógica no manda.
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