Los principales equipos de balonmano de la provincia malagueña han vuelto al trabajo en el día 3 de agosto con casi dos meses de margen hasta que arranque la temporada en la División de Honor Plata en la que los dos militan. Casi cinco meses después de que se suspendiese el partido entre el Trops y el Barcelona B por el positivo por coronavirus COVID-19 de varios jugadores del equipo andaluz, los dos planteles se han puesto en marcha con la obligación de someterse a test de la enfermedad antes de volver a botar la pelota. Los dos conjuntos cumplen con las directivas de seguridad que marca la Federación Española de Balonmano.

La próxima temporada de la División de Honor B está prevista para que comience en las últimas fechas de septiembre y aunque aún está por confirmarse la fecha exacta, los conjuntos tienen un largo camino que recorrer en el aspecto físico. Deben de retomar sensaciones después de casi medio año sin jugar al balonmano y también solventar diversas trabas como el hecho de que el pabellón Pérez Canca en el que disputaba sus partidos el Trops siga convertido en un hospital de campaña. Algo que obligará a los malacitanos a cambiar su lugar de trabajo.

"El equipo está con muchas ganas. Estamos muy ilusionados. Es cierto que es una pretemporada atípica, por las medidas de seguridad que tenemos que tomar y por el cambio de pabellón, ya que el Pérez Canca es en la actualidad un hospital de campaña, pero, a pesar de todo esto, queremos hacer una gran temporada", explica al respecto el jugador del Trops, Adrián Portela.

Consuegra, Caué –este se incorporará más tarde, ya que aún no ha podido viajar desde Brasil a España–, Lamarca, Rubén Etayo, Carlos González, Henrik Kahr, Zapico, Pablo Fernández, Gonzalo y el juvenil Antonio García son las caras nuevas del Tops que ya tiene algunas fechas de partidos amistosos. Destaca el duelo regional frente al Iberoquinoa que se jugará el próximo 26 de agosto en el Fernando Argüelles antequerano.