EDITORIAL
Toda preparación es poca ante los temporales
Es algo así como el cisma dentro del cisma. Con el cambio de siglo, las ligas nacionales se unieron en la ULEB para escindirse de la FIBA y crear una competición propia, la Euroliga, con la que favorecer sus intereses. Ésta, la hija, ha cobrado vida propia con mucho poder y pretende crear un formato de juego para la joya de las competiciones internacionales que satisface a los clubes más poderosos, pero no así a las grandes ligas europeas. Es el manido asunto del semicierre de la competición, con licencias permanentes para 16 equipos, que sólo permitiría la rotación cada año de ocho clubes. Barcelona, Tau y Real Madrid serían los representantes españoles por tiempo indefinido, lo que dejaría al Unicaja tocado seriamente.
La ULEB, reunida durante los dos últimos días en París, presentó ayer su plan alternativo. En líneas generales, la propuesta es la siguiente: nada de licencias permanentes. Ampliación a 30 equipos desde los 24 actuales. En la primera fase, cinco grupos de seis con pase al Top 16 para los tres primeros y el mejor cuarto. Después, sistema similar al vigente, con cuartos de final previos a la Final Four. Ampliación de los 13 países actuales con presencia en la Euroliga a 25. Los campeones de las 22 mejores ligas domésticas tendrían presencia asegurada en la fase de grupos. Los ocho participantes restantes saldrían de dos eliminatorias previas en la que participarían 32 equipos, en los que tendrían cabida los otros representantes de las mejores ligas. Algo parecido, en suma, a la Champions League futbolística. Aunque, a simple vista, parece excesiva la cantidad de países cuyos campeones tendrían la representación asegurada. En cualquier caso, la ULEB recalca que es un sistema abierto a discusión, a diferencia del cerrado que presenta la Euroliga. Su presidente, Jordi Bertomeu, respondió en un comunicado posterior a la nota de la ULEB recordando que su propuesta fue aprobada por el 75% de los clubes y su propósito de sacar adelante el cambio. A un mes del inicio de la Euroliga, el cisma dentro del cisma.
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