El Unicaja gana músculo
Los fichajes del cuadro cajista buscan fortaleza física, algo de lo que adoleció el año pasado. Mbakwe y Brooks, a hacerse fuertes por dentro.
Sólo hace falta echar un vistazo a la nómina de refuerzos del Unicaja para darse cuenta que los esquemas de Joan Plaza requerían de más físico. Mbakwe, Brooks, Musli o hasta Kyle Fogg, a pesar de hacer las veces de base, suman al proyecto verde un punto más de músculo, si no dos. Con los tres primeros se gana en poderío interior, que fuera hándicap cajista en la 2015/16. Con Fogg, además de amenaza exterior, se gana a un base con la capacidad de entrar hasta la cocina y hacerse fuerte.
Vázquez, Will Thomas y Cooley son historia. En ellos, junto con un Suárez que sobrevive en la zona, se cimentó el arsenal interior el pasado año, además de en un efímero Hendrix y Viny, al que se le espera ver algo más en la próxima campaña. La mezcla de los ingredientes nunca creó un plato apetitoso, y al equipo se le vio escaso de recursos por dentro, sobre todo en los encuentro de enjundia. Tanto fue así que Plaza incluso terminó apostando durante muchos minutos por Thomas y Suárez en la zona. La falta de centímetros se trató de atajar con la movilidad y la amenaza exterior. No surgió.
Una vez se borró del disco duro la eliminatoria ante Valencia, el club sondeó el mercado para cambiar, en la medida de lo posible, el panorama. Y vaya si lo ha hecho. El dinamismo en la zona ha dejado paso a Musli, un pívot de 213 centímetros, y a otro como Mbakwe que, sobre el papel, es de los que marcan distancias debajo del aro. Un fichaje de campanillas que promete tirar de potencia física para hacerse dueño de los aros del Carpena. De brazos largos e intimidatorio como el que más, Mbakwe llega a Málaga con ganas de voltear su rendimiento en el Maccabi, bastante más escaso que el que demostró en el Brose alemán.
Diferentes alternativas ofrecerá Jeff Brooks, con condiciones parecidas a las de Will Thomas. Un ala-pívot que, además de ser capaz de echar el balón al suelo, se siente más cómodo cuanto más cerca está del aro. No tiene tanta capacidad para el lanzamiento exterior como el ahora jugador del Valencia, pero lo sustituye con un buen uno contra uno. A todo esto suma una excelente capacidad para rebotear -promedió 8.2 rebotes en la pasada Eurocup y 5.8 en la VTB League-.
Aún a expensas de conocer de cuántos minutos de calidad tendrá Viny esta temporada, el juego interior se completa con el atípico 4 que es Suárez, que intentará dar soluciones desde fuera. Dirigiendo el juego, el Unicaja renovó en explosividad, talento y potencia con Nedovic; además de reclutar a un Fogg que llegará a Málaga en un excelso estado de forma. Ahora es a Plaza al que le toca conjuntar este músculo.
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