"Vamos a hacer algo grande"

Carecía uno de los históricos de savia nueva y apareció Juan Carlos Medina Lucena, un espíritu emprendedor que, más que el fútbol, le gusta el Vélez. Lucena (22/11/1975) -le seduce más el segundo apellido- tiene ya su espacio reservado en la historia por ser el tercer presidente más joven de todos los tiempos en la capital axárquica, ahora le falta acumular los méritos para dejar su firma en los anales como salvador de un barco que recién deja de zozobrar y que anduvo cerca de despedirse del Grupo IX de Tercera División.

La nueva directiva tomó las riendas a primeros de julio en respuesta a una llamada de auxilio del sentimiento veleño, que comprobaba consternado como los impagos estrangulaban al fútbol. "Somos de esos socios que llevan renovando el carné toda la vida y no podíamos dejar que un club con tanto recorrido desapareciera, aunque en la gestión tengamos que hacer malabares", reconoce Carlos.

En casi dos meses, el equipo ha tenido que capear muchas embestidas, casi todas relacionadas con la economía, porque en lo deportivo están hilando bastante fino. Opera en torno a dos ejes: coordinación e innovación. "Formamos un grupo donde la amistad está muy arraigada y tenemos experiencia en el trabajo conjunto. Estamos todos muy implicados. Nuestro mayor problema es encontrar financiación. Nos dividimos las reuniones con posibles inversores y andamos al 150% para hallar dinero. La crisis nos ha obligado a plantear nuevas fórmulas en las búsquedas, ves que hay anunciantes que no han pagado porque les ha sido imposible y también es difícil sumar nuevos. La clave está en saber negociar y dibujar escenarios provechosos para todos", confiesa.

Sin recurrir a un programa detallado, no dejan de trabajar para el Vélez. "Vamos a cualquier sitio e intentamos cerrar tratos. El otro día tocamos en el cumpleaños de Gil Marín y se comprometió a organizar con el Atlético de Madrid alguna actividad con nosotros, que bien podría ser un partido de veteranos o algo por el estilo", narra esperanzado.

Juan Carlos defiende un rejuvenecimiento mental que cobra relevancia en dos planteamientos de una única cuestión: la creación de una masa social amplia, comprometida y estable. En esta aspiración, el cuadro de mando ha reducido el precio de los abonos (60 euros en tarifa general y 50 para jubilados y mujeres), y ha puesto en marcha una agresiva campaña de promoción en las pedanías de la ciudad -en un primer nivel- y en toda la comarca de la Axarquía, como objetivo supremo. La primera expedición pinta un horizonte de unas 30 ó 40 mil personas, mientras que si se piensa en la comarca, hay que hacerlo en casi 200.000 ciudadanos.

Sobre el césped, el nuevo Vélez apuesta por el grueso de la pasada campaña, un núcleo de futbolistas que ha confiado en la entidad hasta rozar el límite de lo imaginable y que, en su gran mayoría, han perdonado lo que se les adeudaba. "La plantilla está muy ilusionada. En una semana han pasado de verse en la calle a preparar una temporada. Hemos mantenido la misma estructura, con Juan Castro y Pedro Amador en el banquillo. Un bloque hecho con incorporaciones puntuales para cubrir alguna carencia. Además, con los fichajes de Burrezo, Damián y Nacho hemos conseguido veleñizar el conjunto. Pepe Ríos, en la dirección técnica, ha hecho un gran trabajo y creo que este año vamos a hacer algo grande, porque tenemos un equipo muy compacto y que demostró, en el tramo final de la pasada temporada, que es capaz de ganar a cualquiera", se congratula.

En su favor operan, ciertamente, los resultados. En la segunda vuelta del ejercicio 2008/09 el conjunto de Amador firmó unas de las mejores estadísticas del grupo y en los dos test serios de esta pretemporada, frente al Lucena y al Poli Ejido (ambos del Grupo IV de Segunda B), el once ha dejado buenas sensaciones.

No es, repasado el historial, la primera muestra del compromiso de Lucena y los suyos con su ciudad natal. "El 80% de la directiva estamos en una murga (agrupación carnavalesca) y participamos en numerosas actividades culturales. Somos muy veleños".

Junto al Lucena futbolero conviven, en agitada armonía, el empresario (es dueño de la empresa de espectáculos Bocados Musicales, del pub The End y de la discoteca Rock & Rolla, ésta en Torre del Mar) y el músico integrante del grupo de pop País Musicano. La faceta artística le ha valido el sobrenombre de Elton John veleño, término acuñado por el periodista Jesús Hurtado Navarrete en su bitácora velezedario.blogspot.com y que recuerda el pasado del cantante británico al frente del Watford F. C. "Llevo una vida muy ajetreada que estoy poniendo al servicio del Vélez".