Copa del rey

Vitamina Seba (3-4)

  • El uruguayo tira del Málaga en la victoria en Cáceres (3-4) con dos pases de gol a Santa Cruz y un penalti forzado que Duda marcó. Un campo difícil y un rival animoso no impide encarrilar el pase a octavos.

El Málaga se trajo de Cáceres el paso a octavos de final casi resuelto. 3-4 venció el equipo de Pellegrini, que debería resolver sin problemas a finales de noviembre en La Rosaleda, aunque pagó un tramo de despiste en los 10 últimos minutos del primer tiempo y una dudosa jugada final, con Kameni reclamando que Esteve le tiró del brazo, con tres goles en contra, algo inusual dentro de la solidez defensiva de toda la temporada. Ya se sabía que era un versión beta blanquiazul, pero chirrió por contraposición con el habitual poso zaguero. En el otro lado, fluyeron los goles y se dejó el sello del equipo, aunque fuera en un patatal. Marcó en dos ocasiones Santa Cruz, pero brilló por encima de todos Sebastián Fernández, que no entiende de amistosos y que sabe que su entrada en el equipo depende de momentos como el de ayer. Le dio prácticamente hechos los dos tantos al paraguayo y le hicieron el penalti que supuso el 2-3 y causó la expulsión del meta Vargas. Estuvo combativo y peleando por cada balón, pero además jugó al fútbol.

Pellegrini optó por la alineación prevista cuando se conoció la lista. Jurado fue el único canterano en ella. Y, ciertamente, el lateral derecho no tuvo suerte. Pellegrini dijo tras el partido que estaba griposo y que estuvo a punto de no jugar. Fue cambiado al descanso por Álex Portillo (Eliseu pasó entonces al lateral derecho), que cumplió mejor en la izquierda. Jugó por primera vez como titular Onyewu, que dejó pronto su tarjeta de visita. A los cuatro minutos cabeceó de manera poderosísima una falta botada por Duda. Alternó momentos de brillantez, incluso con alguna incorporación al ataque, con alguna indecisión. Pero gustó el norteamericano, que se postuló como una alternativa al rodado dúo Weligton-Demichelis. Aunque habría que probarle con más exigencia, evidentemente.

Poco después marcaría Santa Cruz, en el minuto 20, tras jugadón de Seba. Y aquello parecía sentenciado, con 0-2 a poco de empezar la eliminatoria. No jugaba mal el Málaga, lo hacía bien si se tenía en cuenta el tapete. Pero el Cacereño, empujado por su público que casi llenaba el Príncipe Felipe, se engachó al duelo con tantos de Jaraiz y Chapi antes del descanso. El segundo, de buen futbolista tras marcharse de Jurado.

Hubo algunos minutos tontos tras el descanso, pero el omnipresente Seba se fabricó un penalti que además causó la expulsión del meta rival. Duda presentó el currículum y transformó el penalti de manera segura. Poco después, Buonanotte, de lo más brillante que hizo, conectó bien con Seba, que se la colocó a Roque a placer para el 2-4. Con un jugador más el Málaga tampoco pisó el acelerador. Salieron Juanmi y Fabrice. Pero esa jugada cuando ya el partido agonizaba, en la que Esteve pudo agarrar a Kameni para evitar que cogiera un balón cómodo, permitó al Cacereño recortar. La sentencia será en La Rosaleda.

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