Como si el tiempo no hubiera pasado por ambos, Messi y Weligton volvieron a tener sus más y sus menos sobre el terreno de juego de La Rosaleda. El encuentro entraba ya en su recta final y el brasileño cogió del cuello al argentino, que cayó al suelo y se echó las manos a la cara. Ambos bandos se encontraron en el área pequeña de Kameni y se formó una tangana curiosa. Dos amonestaciones y calma chicha, mientras varios futbolistas se decían preciosos piropos a la cara. Nada que no se haya visto antes en un campo de fútbol. Las imágenes mostraron el agarrón de Weli y la caída del argentino. Hablan por sí solas. Un capítulo más en la particular historia entre ambos futbolistas.

Ya en zona mixta, el central brasileño compareció ante los medios para analizar el empate y no tuvo reparos en explicar la jugada de la polémica. "Messi me llamó hijo de puta y lo cogí del cuello, pero no fue como para que se fuese al suelo". Así de claro se explicó el malaguista, que no tuvo pelos en la lengua a la hora de narrar los hechos.

Sobre el partido, valoró el esfuerzo de sus compañeros y la importancia del punto obtenido. "Hemos hecho un gran partido, pudimos marcar algún gol incluso. El trabajo de todo el equipo ha sido brutal. Ellos han estado mucho tiempo en nuestro campo, pero no han sido capaces de marcar. Nosotros tampoco y es algo que debemos mejorar. Pero el partido ha sido bueno, tuvimos opciones de ganar ante el Barcelona. Nos vamos contentos", concluyó un Weligton que volverá a estar en el ojo del huracán.