Welsch y Archibald, listos

Más allá de la inesperada recaída de Berni, la incertidumbre de cara a futuros compromisos estaba en la disponibilidad de Jiri Welsch y Robert Archibald. Existían dudas sobre el estado físico de ambos, pero ayer las despejaron antes de subirse al avión que desplazó al equipo a Lituania.

Como ayer publicó este periódico, existe preocupación en el cuerpo médico y técnico en torno al estado físico del alero. La acumulación de minutos (es uno de los más empleados por Aíto) le ha llevado a atravesar por un estado de agotamiento que ha comenzado a repercutir en su rendimiento sobre la pista. Las analíticas a las que ha sido sometido han desvelado que Welsch está exhausto, aunque, de momento, no se le parará. Así lo manifestaba ayer el propio jugador: “En los últimos diez días me he encontrado bastante cansado tanto en los partidos como en los entrenamientos. Hemos hecho algunas pruebas para ver si había algo y no hay nada especial. Es algo normal que después de cinco meses de temporada, con muchos viajes y jugando mucho, se acumule el cansancio y se llegue a esta situación. No es la primera vez que me pasa. Tengo que tratarme un poco mejor, descansar un poco más si se puede y, en unas semanas, volveré a sentirme bien”.

Sin embargo, el checo reconoce que existe “preocupación” por la aparición de un ganglio en su pierna izquierda. “Tengo un ganglio en la pierna izquierda que ha crecido y no sabíamos por qué. Hace unas tres semanas me dolía y, aunque ahora no me duele, sigue estando ahí. Hemos hecho algunos análisis de sangre para ver si había algo más pero no hay nada más”, asegura. Pese a todo, dice que “de momento, no se puede parar”. “No espero un tratamiento especial. No quiero parar a mitad de la temporada. No es nada grave. Me encuentro un poco peor físicamente pero podré recuperarme”, añade.

La otra duda la desveló Robert Archibald. El escocés dice que está para jugar y que si no lo hizo en Vitoria fue porque Aíto así lo consideró: “No estaba al cien por cien el domingo pero sí lo suficientemente bien como para haber jugado, pero el entrenador tomó la decisión de no contar conmigo. Sigo trabajando y me encuentro mejor. Lo que necesito es estar un mes seguido entrenando sin ningún problema físico para coger el ritmo de juego y coger más potencia en mis piernas”.

Ambos intentarán ayudar al equipo en una cita complicada tras el golpe de la Copa, un fracaso para el que los dos esgrimen un argumento autocrítico: “No sé si merecemos un sitio en la Copa porque no hemos jugado lo suficientemente bien. Todos compartimos la culpa. No creo que los partidos los ganen o los pierdan un solo jugador o una parte del proyecto”, dice Archibald. “No creo que perdiésemos la Copa en Vitoria. El problema ha estado en todo lo que perdimos durante las primeras jornadas de Liga. Siempre hay que buscar un culpable pero lo somos todos. Todos tenemos la responsabilidad en lo que ha pasado. Ha sido muy difícil superar los malos resultados y el mal juego que practicamos al inicio de la temporada. Cada uno tiene su parte de culpa”, añade Welsch.