La afición respondió en la vuelta del balón

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Joaquín, protagonista con varias ovaciones Quejas en Gol por la nueva ubicación de Malaka Hinchas

Joaquín saluda a la afición al lado del trofeo.
Joaquín saluda a la afición al lado del trofeo.
M. G. Parajón · J. A. Portillo Málaga

11 de agosto 2014 - 05:02

El balón volvió a rodar en La Rosaleda después de 85 días de vacío y con él, la afición regresó a su templo. Algo menos de media entrada se dio cita en Martiricos para dar la bienvenida al equipo de Javi Gracia en un XXX Trofeo Costa del Sol que tuvo el foco iluminando directamente a Joaquín. El exmalaguista recibió los grandes aplausos de una hinchada ansiosa por volver a respirar aires de otros tiempos, aunque reconoció el trabajo de los locales, que cosechó su primera derrota en la última cita de la pretemporada.

Desde el club estimaron que unos 10.000 malaguistas se iban a dar cita en La Rosaleda en el regreso del Trofeo Costa del Sol. Así fue, aunque por momentos la empresa pareció complicada. A falta de menos de 10 minutos del comienzo del encuentro, numerosas colas rodeaban el estadio de Martiricos, quejándose por la falta de puertas disponibles para acceder al estadio.

Una vez que el malagueño Mario Melero López, árbitro que debutará en Primera División la próxima temporada, hizo sonar su silbato, las quejas quedaron en el olvido, porque el fútbol volvió a La Rosaleda, después de varios meses de espera.

No acostumbra la afición malaguista a esperar tanto para testar a su equipo, que este verano no volverá a jugar, después de la gira por Australia, Alemania y Suiza. Por ello, había ganas de conocer las líneas fundamentales de Gracia.

La superioridad de la Fiorentina no calló a una hinchada, que ante cualquier despunte de buen fútbol le servía para hacerse oír. El conjunto italiano sedó el encuentro en la primera parte, con una superioridad pasmosa y se convierte en el segundo campeón del Costa del Sol, sucediendo a la Roma, que logró llevárselo al país transalpino en 1962, cuando el torneo cumplió su segunda edición.

Conforme el cronómetro iba consumiendo el encuentro, la afición comenzó a impacientarse, una vez que la gran atracción del encuentro, más allá del estreno de los de Gracia, Joaquín, continuaba en el banquillo.

Cuando el gaditano saltó a calentar, le cayó la primera ovación de la noche, a lo que respondió con un saludo y llevándose la mano al corazón. Joaquín volvía a reencontrarse con la que fue su afición durante las dos temporadas más exitosas de la entidad. Tales eran las ganas de verle que la grada coreó su nombre, instándole a Vincezo Montella a que le pusiese en el tapete. Y así fue, cuando en el 73 sustituyó a Mario Gómez.

Apenas 17 minutos tuvo Joaquín en su regreso a La Rosaleda. No pudo hacer mucho más que varios desmarques, en los que dejó patente su movilidad y el toque que hizo vibrar en un pasado no muy lejano a la hinchada malaguista, una afición a la que Joaquín estaba "deseando volver a ver". "Pisar este campo, donde viví tantos buenos momentos; ver a mi gente y sentir el cariño de tantos así no tiene palabras", expresó el gaditano en una improvisada rueda de prensa.

Además, valoró la filosofía del Málaga, que, con Javi Gracia, "tiene un concepto de fútbol que gusta". "Tienen jugadores con experiencia y jóvenes que vienen apretando fuerte desde abajo, por lo que creo que este equipo va a dar alegrías pronto", añadió.

Al final del encuentro se intercambió la camiseta con Camacho, uno de los pocos jugadores con los que compartió vestuario y continúan en la plantilla malaguista. Para Joaquín, la marcha de muchos es algo "normal, ante las circunstancias que vive el club y que provocó que muchos ya no estemos aquí". "Quiero dar mil gracias por todo y por mostrarme tanto cariño; si en algún momento tengo que volver, lo hago con los ojos cerrados", concluyó.

La Rosaleda, además de probar los primeros sabores de la etapa de Gracia en el banquillo malaguista, presentó un aspecto diferente con la nueva ubicación de Malaka Hinchas en el sector de Gol Bajo. Las banderas que, hasta la temporada pasada, aderezaban la esquina de Gol con Preferencia, envolvieron dicho sector, algo que provocó protestas por socios de esta zona, que se quejaron de falta de visibilidad.

El esférico regresará a Martiricos en menos de dos semanas, cuando, esta vez con tres puntos en juego y con el primer test serio del año, cuando el Athletic de Bilbao, inmerso en la previa de Champions, visite La Rosaleda.

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