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Una apendicitis mantiene a Abrines ingresado

  • Se intenta esquivar la operación después de que sintiera dolores tras entrenar

El baúl de malas noticias en el Unicaja está atestado, pero siempre cabe alguna más. La última es una apendicitis que azota a Álex Abrines. El joven mallorquín se sintió indispuesto tras el entrenamiento matinal, con dolores abdominales antes de desplazarse a Benahavís, donde previsiblemente iba a jugar con el Clínicas. Los médicos percibieron que podía tratarse de una apendicitis y rápidamente le trasladaron al Hospital Clínico para hacerle unas pruebas que confirmaron las malas expectativas. Tenía quirófano reservado para las 21:00 horas, pero los doctores valoraron que había una posibilidad de evitar la cirugía y se acogieron a ella. Lo más probable es que tenga que ser operado, de hecho es lo que hubiera sucedido con una persona corriente. Pero ello implicaría una baja de entre mes y mes y medio hasta que cicatrizara la herida. Si no, estaría una semana fuera. Permanece ingresado y, de complicarse el asunto, se le operaría inmediatamente.

Se suele decir aquello de la inoportunidad de las lesiones o dolencias, pero en este caso así parece, porque Abrines había jugado el jueves en Madrid 18 minutos, su mayor minutaje en un partido en la élite y no desentonó. Ya había actuado unos minutos en la Copa del Rey y en los planes de Chus Mateo estaba darle progresivo protagonismo. Ahora deberá improvisar nuevas soluciones, porque Abrines estará en torno al mes de baja, que suele ser el tiempo de convalecencia después de una intervención de este tipo. No es nada grave, pero sí había que actuar rápidamente. No parece que sea esta lesión una razón suficiente para que el Consejo de Administración modifique su decisión de no fichar de manera inmediata a Krunoslav Simon.

El parte médico no se queda ahí, ya que el juego interior está en condiciones precarias también. Joel Freeland acudió ayer al Hospital Quirón para recibir sueroterapia, decisión encaminada a acelerar la recuperación de la gripe que arrastra desde el pasado jueves y que dejó en la cama del hotel en el viaje a Madrid. No está descartado pero lleva sin entrenar desde entonces, como Jorge Garbajosa, que arrastra problemas en una rodilla, que ya vienen de largo en el último mes y se ha decidido concederle un poco de reposo para ver su evolución.

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