El ascenso de Yeray Ruiz: desde el garaje de su casa hasta la cima del Supersport 600

El piloto de Rincón de la Victoria debutó el año pasado en el Mundial de Moto2, la segunda categoría del motociclismo internacional

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Yeray Ruiz, piloto de Supersport
Yeray Ruiz, piloto de Supersport / Yeray Ruiz

Rincón de la Victoria/Agresivo, trabajador y explosivo. Así se describe Yeray Ruiz, una de las grandes promesas del motociclismo en España. A sus 21 años, con el número 72 a su espalda, ha demostrado una pasión y una dedicación que lo han llevado a conquistar el Campeonato de España de Supersport en 2022. Su habilidad en la pista, combinada con una ética de trabajo incansable y una mentalidad ganadora, lo han posicionado como un joven prodigio en un deporte donde "solo los mejores logran destacar".

Ruiz comenzó a interesarse por las motos a una edad muy temprana. A los tres años, su padre, un aficionado a los circuitos, le compró su primera moto de batería. "Empecé con ella en el garaje de casa porque mi padre siempre estaba haciendo motos ahí", recuerda. Este primer contacto con el mundo del motor lo llevó a entrenar en circuitos a los cinco años y a competir formalmente a los seis, ganando el Campeonato de Madrid en su debut.

Su formación en la escuela Doga de David Domínguez dejó una huella profunda en él. "Tengo muchos recuerdos muy buenos, porque donde más me he formado ha sido allí", comenta. La metodología de enseñanza y el ambiente familiar de la escuela fueron fundamentales para desarrollar su técnica y pasión por el deporte.

Compitiendo con una Kawasaki de 65 cc en la Liga Interescuelas de Chicho Lorenzo y Kike Bañuls, Ruiz tuvo una experiencia formativa y amigable. La liga, organizada por el padre del campeón Jorge Lorenzo y Bañuls, se destacaba por la falta de rivalidad intensa, lo que fomentaba el aprendizaje y la camaradería entre los jóvenes pilotos. "Aprendía muchísimo, porque iba a disfrutar", comenta sobre esos días.

En 2016, el piloto logró un hito significativo al ganar el nacional de Moto 5 con solo 13 años, en compañía de futuros talentos como Pedro Acosta y Fermín Aldeguer. Este logro no solo le dio confianza, sino que también le enseñó la importancia de adaptarse y aprender, incluso cuando solo tenía a su padre como apoyo mecánico.

Con los años fue creciendo y aprendiendo hasta conseguir coronarse campeón de España de Supersport 600 en 2022, logro que le sirvió para dar el salto a Moto2, el último escalón antes de llegar a MotoGP. La sorpresa fue generalizada cuando, en su primer año compitiendo con motos de 600, logró destacar. Estas motos son considerablemente más pesadas y alcanzan mayores velocidades en comparación con las que estaba acostumbrado a pilotar. La adaptación a esta categoría resulta enormemente desafiante, y "pocos pilotos logran aclimatarse con tanta rapidez". Sin embargo, su habilidad lo llevó a conquistar el campeonato en su primer intento, un logro que pocos esperaban.

Ruiz también tuvo la oportunidad de competir en el Campeonato de Europa de Moto2 en los años 2022 y 2023, además de incursionar en el escenario mundial. El año pasado, por primera vez, participó en dos carreras del Campeonato Mundial de Moto2, una en Barcelona y otra en Assen, Holanda. En el europeo, logró subir al podio al obtener el segundo lugar en Jerez. Sin embargo, en el ámbito mundial, su suerte no fue tan favorable. En una carrera, sufrió la avería de la moto, y en la otra, se vio afectado por una penalización "injusta". Ahora, se encuentra en plena preparación para enfrentar el circuito de Misano World Circuit Marco Simoncelli, donde competirá los próximos días 14, 15 y 16 de junio en Italia.

Para estos campeonatos, el entrenamiento del rinconero en el Templo del Motor en Málaga es intenso y bien planificado. Su régimen incluye dos entrenamientos diarios que combinan actividades en el gimnasio, ciclismo, motocross y ejercicios de movilidad. Yeray también enfatiza la importancia del aspecto mental, trabajando con un psicólogo deportivo para mejorar su enfoque y motivación durante las carreras.

Respaldo financiero y patrocinadores

La carrera del piloto en el mundo del motociclismo no solo está marcada por su talento en la pista, sino también por los desafíos financieros que enfrenta para competir a nivel nacional e internacional. Como él mismo menciona, el motociclismo es un deporte extremadamente costoso, donde el acceso a los recursos financieros es fundamental para alcanzar el éxito.

En el año 2019, Ruiz estuvo al borde de abandonar su carrera debido a la falta de patrocinadores y el elevado costo de participar en las competiciones de alto nivel. "Un equipo para correr en Moto2 puede pedir entre 100.000 y 250.000 euros", explica.

A pesar de los obstáculos económicos, Yeray ha logrado asegurar el respaldo de algunas entidades locales, como el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria, Costa del Sol, así como el apoyo de algunos patrocinadores privados. Sin embargo, reconoce que todavía necesita más apoyo financiero para continuar su carrera y alcanzar sus metas deportivas. El costo de entrenamiento, mantenimiento de la moto, y participación en las carreras es significativo, y aunque el piloto se esfuerza por destacar en la pista, la gestión financiera se convierte en una preocupación constante en su camino hacia la cima del motociclismo internacional.

Bajo la tutela de Héctor Faubel, ex subcampeón del mundo, Yeray Ruiz se ha fijado un nuevo objetivo: disfrutar al máximo y rendir al máximo en las carreras actuales. "Mi meta es asegurar al menos un podio y luchar en cada circuito por estar en lo más alto del campeonato", afirma con determinación. A pesar de los contratiempos iniciales en la temporada, Yeray está decidido a mostrar su talento y a continuar trabajando incansablemente. Su mayor anhelo es llegar a coronarse como campeón del mundo de MotoGP, una meta que considera alcanzable con dedicación y sacrificio.

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