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"Aún no he asimilado la hazaña"

  • "Tuve momentos muy duros en los que no habría aguantado sin mi equipo", explica Javier Mérida

Viajar de Francia a Inglaterra es sencillo. Simplemente basta con comprar un billete de avión, uno de barco o conducir bajo el agua por el túnel que une ambos países. Sin embargo, hay a quien se le ocurren otras alternativas. Tras 15 horas en el agua, Javier Mérida cruzó el Canal de la Mancha a nado. Sólo 14 españoles lo habían completado con anterioridad. El paratriatleta marbellí tuvo que hacer 20 kilómetros adicionales de recorrido (sumó 60, cuando la distancia entre Francia e Inglaterra es de 40) debido a las fuertes corrientes. "Aún no he podido ni asimilarlo. Llegamos sobre las cuatro menos cuarto a Francia, cogimos un barco en Dover en el que tardamos casi tres horas, por lo que llegamos sobre las siete y media a Londres y a las ocho estábamos en el aeropuerto de Londres para volver" explica instantes después de aterrizar en Málaga.

"Estoy muy contento, cansado pero muy contento por lo que hemos conseguido. No sólo porque se nos ha dado muy bien, sino porque hemos pasado momentos muy duros durante la prueba y antes de comenzar", detalla. Durante el trayecto le acompañaron Esther, su mujer, y Rosa, su doctora. "Si no es por mi equipo no hubiera podido aguantar", afirma. Junto a su doctora lleva cuatro años trabajando. Le asesora en el aspecto nutritivo "antes, durante y después de las carreras". En esta ocasión, le preparó un gran botiquín con todo tipo de accesorios (incluido un desfibrilador) para evitar cualquier problema. Además, cada hora al principio y cada media hora, conforme pasaban los kilómetros, le daba avituallamiento líquido: caldo de puchero y té caliente acompañados de geles y sémola de cuscús.

A la fatiga de la travesía se juntó el inconveniente del viento. Un hecho que hizo pensar a Mérida que no podría completar su hazaña cuando restaban 5 kilómetros para llegar a la costa británica. "Se levantó mucho viento y una fuerte corriente en contra. Tardé tres horas en completarlos cuando normalmente esa distancia la cubro en una hora. No avanzaba, iba para atrás. Veías la costa, porque cuando estás a esa distancia se ve la playa, pero a los 15 minutos ya no la veías porque las olas te llevaban hacia atrás. Fue muy duro", ilustra.

Su preparación para el reto se resume en un año entrenando en agua fría, por la noche y sin traje de neopreno para imitar las condiciones a las que se tuvo que enfrentar el pasado lunes. "Lo primero en lo que pensé al terminar fue en subir al barco y abrigarme, una prueba que se hace entre el Atlántico y el Mar del Norte tiene el agua muy fría, siempre en torno a los 16 o 18 grados", detalla.

Ahora vienen unos días de "vacaciones deportivas", explica. Pero ya ambiciona con poder completar hazañas de este calibre durante la próxima temporada. "Todos mis proyectos estánrelacionados con la natación. Quiero nadar alrededor de la Isla de Manhattan y en el Lago Ness o cruzar el Canal de Santa Catalina, que está en California. Aunque aún no he buscado ningún sponsor", finaliza.

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