No se asume el rol de favorito

DUELE asumirlo, pero este Málaga está demostrando que se siente más cómodo con el rol de equipo pequeño, que cuando le toca asumir el favoritismo. Se vio ante el Barcelona o ante el Valencia, y la cara contraria se ha comprobado en las últimas salidas, con el objetivo ya resuelto. Ante Levante, Granada o Rayo no se estuvo a la altura. Si bien es cierto que en Vallecas no se vio la apatía de otros encuentros, el equipo no supo adaptarse a las dimensiones del campo. Es cierto que hubo muchos resbalones y problemas con los tacos, pero no creo que eso trascendiera.

Y eso que los de Gracia intentaron hacerse con el control del balón en los primeros minutos, pero los locales supieron competir mejor y se llevaron los tres puntos.

Uno de los aspectos a destacar fue la actuación de Horta. El portugués no estuvo a la altura de sus últimos partidos, se le vio desubicado y ofreció muy pocas ayudas defensivas a Rosales, que sufrió más de la cuenta con las apariciones de Nacho y Embarba.

Con respecto a Samu, no hay que entender mal el uso de sus recursos técnicos. Es un jugador elegante, con mucha clase, pero hay que comprender que tiene la misma importancia en el juego cuando tiene el balón que cuando no.

Si algo le está faltando al equipo es la efectividad de Castillejo. El malagueño tuvo dos ocasiones muy claras para marcar, pero no está mostrándose tan voraz como en el filial ante la portería contraria.

El gol que decide el encuentro viene de un fallo defensivo. Torres se despista y no cierra bien el segundo palo. Kakuta se cuela entre él y Castillejo para marcar a placer. La concentración es clave en este tipo de acciones que, como se pudo comprobar, pueden decantar un encuentro para bien o para mal.

El Málaga estuvo más atrevido y se mostró más ilusionado que en Granada, pero sigue sin ser el equipo que deslumbra en casa.