Un atajo hacia el 'Top 16'
Oportunidad El Unicaja busca en Bélgica su cuarta victoria consecutiva a domicilio y encarrilar su pase a la siguiente fase Peligroso El Spirou llega crecido tras ganar al Madrid
Recuerda siempre Aíto García Reneses, después de cada partido contra un rival teóricamente inferior, la dificultad que supone para su equipo salir a la pista enchufado y con el nivel de concentración necesario. Acusa al entorno de predisponer a sus jugadores a un partido cómodo y relajado con comentarios referidos a la inferioridad del contrincante. Ha sido su ritual desde que llegó a Málaga y volvió a recordarlo después de la sufrida victoria ante el rival de esta tarde, el Spirou Charleroi (20:30, Canal Sur 2), en el estreno europeo de la temporada de finales de octubre.
Hoy, sin embargo, el riesgo de caer en un exceso de confianza es mínimo, o al menos debería serlo. Su equipo está avisado. Y no sólo por esta modesta previa. El contexto en el que llega la cita provoca que lo que podría haber sido un partido más o menos cómodo, ante un contrincante de menor potencial que estaría virtualmente sin opciones de entrar en el Top 16, pase a ser un encuentro complejo.
Hay varios motivos para ello. El rival sigue siendo el Spirou Charleroi, modesto conjunto belga que debuta en la máxima competición europea, en la que numéricamente hablando es el cuarto peor equipo; pero los acontecimientos de la última semana le hacen ser más peligroso.
Su transformación se debe, sobre todo, a su aplastante victoria de la semana pasada ante el Real Madrid (67-49). El triunfo supuso toda una noticia en la modesta localidad belga al sur de Bruselas, poco acostumbrada a los éxitos deportivos, y logró además enganchar al equipo a la pelea por el Top 16. El éxito ante los de Messina ha llenado de confianza la mochila de los Gomis, Santiago y compañía y, de paso, convierte el partido de hoy en una auténtica final para los belgas. El club, de hecho, recordaba ayer en su web, los 11 puntos de desventaja por los que se cayó en Málaga.
Pero es que, además, al sentimiento de euforia se une cierta indignación por lo que sucedió en la última jornada de la liga belga en la pista del Antwerp Giants, donde se formó una batalla campal en el último minuto de partido que ha acabado con la suspensión de ocho encuentros y una multa de 5.000 euros para su jugador Brent Wright, que se peleó a puñetazo limpio con el jugador del Antwerp Bryan Hopkins. El club anunció ayer que apelará la decisión.
Ambiente, por tanto, de euforia e indignación el que recibirá esta noche al Unicaja en el Spiroudome. Los jugadores de Aíto saben lo que se encontrarán y no valdrá esta vez lo del exceso de confianza. Más aún, viendo lo que el equipo malagueño se juega en este partido, en el que puede descartar definitivamente al Charleroi como un rival directo para estar en la siguiente fase y dar un paso de gigante para acabar entre los cuatro primeros.
Comparecen los malagueños en una buena dinámica tras los triunfos consecutivos a domicilio en Manresa, Bamberg y Menorca, pero Aíto pide regularidad, consistencia. Una nueva victoria lejos de Málaga, sería la cuarta seguida, ayudaría a conseguirlo. Y de paso, otear ya el Top 16.
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