"El que ataque al Málaga no lo pasará bien"

De un año de ausencia a una hora de contundencia. Abdullah Ghubn se despachó a gusto en la sala de prensa de La Rosaleda. Así se sintió. Lo dejó claro con respuestas mordaces y bromas con los periodistas. "Seguro que me echabais de menos", fue su mensaje de bienvenida en una alocución en la que se mostró recio con los que considera que atacan al Málaga, harto con las cuestiones que ralentizan el desarrollo de la entidad y autocrítico en la gestión. Ácido, socarrón y sarcástico, disfrutó en su vuelta a la primera línea de batalla. Pareció que aguardaba el encendido de los micrófonos. Tan firme y duro fue que las cuestiones deportivas, jugosas algunas, parecieron quedar en segundo plano. Su tono guerrero quedó patente en su respuesta a todas las acusaciones que derivaron los impagos a lo largo del curso: "El que trate de dañar la imagen del Málaga no lo pasará bien".

Alternando buen humor y cambios de gesto, el vicepresidente blanquiazul dejó filtrar la mella por las acusaciones y dudas sobre su proyecto. En varias ocasiones, pensó en voz alta al poner sobre la mesa un posible rechazo cultural como explicación a "los ataques" a los que tanto aludió en su discurso, muchas veces sin preguntarle siquiera. "Me hace bastante daño y me siento mal. Intento averiguar por qué mucha gente nos ataca, incluso con rumores para echar picante solo contra el Málaga. Con otra gente no, y hay muchos clubes en peor situación. A veces llego a pensar que es porque somos árabes. Nos atacan sin razón. ¿Por qué la gente ataca al Málaga? Porque si yo me equivoco, decid que me equivoco, pero si intentan atacar al club, atacan al Málaga. Nos sentimos totalmente atacados. No paro de darle vueltas para saber qué está pasando. Lo único que se me ocurre es porque no sea de aquí", insistió a lo largo de toda la charla.

Sin citar al Valencia, uno de los clubes más críticos con la gestión de los actuales dueños de la entidad, sacó a colación el caso Cazorla para responder con sarcasmo. Ante la información de la radio autonómica levantina de intentar que el asturiano quedara libre por los impagos del Málaga, se mofó sin disimulo: "Te contaré algo divertido. Ayer o anteayer leí una noticia de un equipo que quería a Cazorla gratis. No sé si piensan que somos un club de caridad. Pero quizá ese club se tendría que preocuparse de pagar sus deudas. No sé si piensan que se pueden coger a un jugador desde el banquillo y llevárselo. Quiero preguntas que sean duras, por favor. Volvamos al tema Cazorla -apostilló tras la pregunta posterior-. Pagamos 19 millones al contado por Cazorla. Y ahora hay quien se quiere quedar con Cazorla de manera gratuita. Esto no es el Málaga de la caridad", repitió.

Antes de ello, ya había hecho autocrítica acerca de la pregunta mágica que está en la mente de todos: ¿Por qué siendo solvente el jeque, se producen continuos retrasos en los pagos? "Me culpo especialmente y también de algún modo a nuestra la organización en este tipo de asuntos. Hemos gastado aquí más de 200 millones de euros en dos temporadas. Y no vemos que esperemos hasta el último momento, han ocurrido muchas cosas esta temporada. La primera, insisto, en cuanto a la organización, probablemente mi principal error, no darme cuenta. Y luego, la pérdida de José Carlos. José Carlos era una de las personas más importantes. Después de ello, intentamos solucionarlo. Yo he estado implicado en asuntos de índole diaria y creo que lo solventamos. Diría que es una cuestión de organización. Pero ningún equipo en España ha hecho una inversión así", se defendió.

Confirmó el dirigente que será él quien supla a Fernando Hierro a corto plazo. "Lo peor para mí es que voy a ser el que ocupe todo eso hasta que haya sustituto. Será un placer, pero también otra responsabilidad", lo calificó. Si el veleño dejó su malestar en entre líneas, el consejero delegado del Málaga tuvo similar réplica: "Fue un caballero e hizo un buen trabajo. Lamentamos que no esté, pero al final cada uno intenta sentirse cómodo y satisfecho con su vida. Si tú no me comprendes y yo no te comprendo a ti, no tiene mucho sentido seguir".

En cuanto al presupuesto para fichajes, abrió el bolsillo. "No hay un número concreto. De jugadores sí, en relación a lo que dice el jugador, pero de cara a la planificación tienes que darte cuenta de que dependerá del jugador al que nos dirijamos, porque queremos encontrar el más importante para la posición". Sobre la meta deportiva, se movió entre la ambición y la cautela: "Me gustaría decir que la Champions League" -bromeó-. Ya estamos en otro nivel, y es muy agradable. Nos gustaría ser uno de los equipos estrella, pero iremos tranquilos. El objetivo de jugar en Champions no es el único. Hemos tenido la suerte de construir un gran equipo. Ahora lo que tenemos que hacer es vestirlo de alguna manera para que pueda competir fuerte en la Champions".