En un bloque de Carranque de ocho casas vivían Manolo Sarria con su familia; Bernardo Rodríguez, padre de Berni; y la familia Contreras Pardo, cuyo hijo menor, Koke, que ha jugado y marcado en nueve países distintos. Ahora espera destino para jugar esta temporada tras ascender con el Aris a Segunda griega. "Eso sería el agua de Carranque, seguro", bromea Manolo Sarria, escogido como aficionado famoso del Unicaja para representar al club en la gala de apertura de la Liga Endesa.

Conocido por su faceta de humorista y presentador, Sarria es un gran aficionado al deporte. De hecho, desde hace 27 años organiza la Media Maratón, que para abril acogerá a 8.000 atletas en las calles de Málaga. "Al baloncesto empecé a aficionarme cuando llevé a mis hijos. Yo he hecho muchos deportes, pero baloncesto no. Pero mi hijo mide 1.95 y mi hija 1.80. Y ahí me picó el gusanillo", dice Sarria, que tiene grabado a fuego el triple de Ansley. "Después hemos ganado títulos, pero lo que se vivió allí fue increíble. Es como si lo estuviera viendo. Yo estaba en la plaza de toros, porque Ciudad Jardín se había quedado pequeño. Ver cómo rebotaba en el aro el tiro que nos hacía campeones fue duro, muy duro", rememora.

Embutido en el mítico dorsal 22, en inevitable referencia al legendario Dúo Sacapuntas, en la camiseta de mangas cortas que esta temporada lanza el Unicaja por su 40 aniversario, Sarria espera un año mejor: "Hay seis incorporaciones nuevas e imagino que conllevará su tiempo. Lleva cuatro años con nosotros Joan Plaza. Cada uno tenemos un libro y un lápiz y somos muy entrenadores, pero entiendo que él hace lo mejor para que se gane. Vamos a empezar con confianza. Creo que vamos a volver a la Euroliga, de donde no deberíamos haber salido nunca".