Tras la sacudida de la víspera del sorteo, en la que se filtró que el Unicaja se vería despojado al final de la próxima temporada de la licencia A de la Euroliga, ayer fue el turno de repartir suerte y conocer el primer segmento del camino de la mejor competición europea.

Lo de la licencia ha quedado en un "ya veremos" de todas las partes que no tranquiliza demasiado. Tiene papeletas el club malagueño para caer, lo cual tampoco sería un drama irreparable. Pero deja cierta zozobra que, tras 15 años de presencia ininterrumpida en la mejor competición (y 10 entre los 16 mejores del continente).

En cualquier caso, en la pista hay que ganárselo, también en la grada. Y en los despachos. Pero sobre el parqué no se puede quejar el equipo malagueño del sorteo, sobre todo si se compara con el terrible Grupo C, que aglutina a seis campeones de Liga. En el aspecto negativo, viajes largos. Moscú, Tel Aviv y Zagreb tienen combinaciones de no menos de seis horas. Qué diría Jasmin Repesa, al que habrá que visitar en la primera jornada, a su flamante Cedevita. Más cercanos son Berlín y Limoges, que trae recuerdos agridulces de aquella final de Copa Korac.

Dificultad máxima con CSKA y Maccabi, dos eternos equipos de Final Four, el israelí reciente campeón de la competición, que ha exportado a su técnico, David Blatt, a la NBA. Rusos y macabeos, a expensas de cómo se reconstruyen, están uno o varios escalones por encima. El CSKA anunció el fichaje de Nando de Colo y tiene varias balas. También cambio en las riendas en Moscú. No está Ettore Messina y sí Dimitris Itoudis, el sempiterno segundo de Obradovic, que ya vuela solo.

En el tercer teórico nivel está el Unicaja, que deberá fermentar su clasificación para el Top 16 en sus enfrentamientos con los otros tres equipos. Alba Berlín, Cedevita y Limoges son los otros tres contendientes. Nadie asegura sencillez ni facilidad, pero el Unicaja debería ser superior a dos de ellos y avanzar. El Alba es sólido y la Bundesliga, ya se sabe, no deja de crecer. El Cedevita ha tomado la primacía en Croacia y el Limoges, campeón de Europa hace dos décadas, reverdece laureles tiempo después.

Como siempre, se llama a la cautela dentro del club en la Fase Regular de la Turkish Airlines Euroleague. "Es un grupo más complejo de lo que parece, a lo que se han añadido largos viajes. Todo ello requerirá del máximo esfuerzo y concentración por parte del equipo si queremos acceder al Top 16", decía desde su retiro vacacional Joan Plaza: "También será fundamental el apoyo masivo de nuestro público".

Mientras, Carlos Suárez también avisó de que "hay que partir de la base que en Euroliga ningún partido es fácil, no importa el rival ni la cancha. A priori, parece que CSKA y Maccabi parten con ventaja, por potencial económico con respecto a nosotros y el resto de equipos. Lo normal es que ellos peleen por las dos primeras posiciones, pero que nunca se sabe. Nosotros vamos a morder en cada partido y lucharemos por cada victoria".

Por último, Carlos Jiménez, portavoz del club, también valoró el sorteo: "El grupo ha comenzado muy fuerte con los dos primeros equipos, CSKA y Maccabi, y estábamos un poco preocupados. Al final se paró un poco. Tanto con Alba Berlín como con Cedevita y Limoges creo que va a estar todo muy parejo".