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Cinco campeones en San Pablo

  • Pepe Sánchez, Berni Rodríguez, Kostas Vasileiadis, Walter Herrmann y Daniel Santiago, quienes ganaron la ACB con el Unicaja en 2006, coinciden en la sede mundialista de Sevilla y relatan sus vida actuales.

El encuentro es casual, algunos de ellos ni siquiera se han visto las caras, pero bajo el techo del remozado Palacio de los Deportes de San Pablo de Sevilla, una de las sedes de la Copa del Mundo de baloncesto de España, coinciden cinco campeones de la ACB con el Unicaja en la temporada 2005/06. Podría ser perfectamente un quinteto de aquella inolvidable campaña a las órdenes de Sergio Scariolo: Pepe Sánchez, Berni Rodríguez, Kostas Vasileiadis, Walter Herrmann y Daniel Santiago. Cada uno tiene una trayectoria, una historia y un motivo. Y un nexo común: Málaga.

Solía decir Jorge Garbajosa, el héroe principal de aquel equipo, que él se acordaba de las plantillas con las que había sido campeón con total nitidez. Sonríe Pepe Sánchez cuando se le recuerda esa coincidencia en el mismo lugar de tantos actores de aquel título. El martes estuvo, aprovechando el día de descanso de este Grupo B, por primera vez en Málaga desde hace un lustro. Allí tiene aún una casa y amigos que saludar. Ahora es comentarista de DirecTV, cadena de pago con 20 millones de abonados en toda Latinoamérica. Sigue a aquella selección de la que fue parte y con la que conquistó hace 10 años el oro olímpico. Como hombre renacentista que siempre fue, compatibiliza con sus múltiples negocios la presidencia del Weber Bahía Blanca, los proyectos para profesionalizar la Liga de Argentina y sus estancias periódicas en Los Angeles para comentar los partidos de Los Ángeles Lakers. Rebosa felicidad, el próximo diciembre será padre. "La verdad es que no echo de menos mi etapa de jugador, en mi vida siempre he mirado hacia delante. Los recuerdos de Málaga, como siempre dije, son extraordinarios, fue el lugar donde más estuve después de la Universidad. Con la distancia ganan más incluso", dice Pepe, que se interesa por la marcha del club y la respuesta de la afición. Meses atrás, en estas mismas páginas, rememoraba su triple ante el Barcelona que otorgó el pase a la Final Four. Su última aparición como jugador fue el Preolímpico de 2011 celebrado en Argentina.

En las gradas de San Pablo también se puede ver, cuando se le permiten los entrenamientos de su nuevo club, el Baloncesto Sevilla, a Berni Rodríguez, el capitán de aquel equipo. Después de que el UCAM Murcia decidiera no renovarle estaba en el mercado y este verano su nombre ha estado en el tapete para regresar al club de toda su vida. Se reunió con el presidente, Eduardo García, que le comunicó que la prioridad era darle salida a gente de cantera, y con Joan Plaza, que definió el encuentro como de "un respeto excelso". "Entendí que el Unicaja no me quería y ahora estoy lleno de ilusión aquí en Sevilla, en un nuevo proyecto", afirmó días después de concretarse su fichaje por el remozado club sevillano.

Poco después de que se descartara la opción de Berni, casi paralelamente, el Unicaja se volcó en el fichaje de Kostas Vasileiadis, una opción que apareció de manera inopinada, a un precio no contemplado por su nivel de calidad. Pero el mercado propició una ganga que multiplicará las posibilidades del perímetro para Joan Plaza. Vasileiadis era el pipiolo de aquel equipo campeón, con sólo 22 años recién cumplidos, en su primera experiencia fuera de Grecia. "Entonces no supe disfrutar totalmente de Málaga y del baloncesto, ahora sí lo haré. Es curioso que estemos tantos aquí de aquel equipo. Seríamos buenos [risas]. Claro que recuerdo aquello, aquel paseo en el autobús, la euforia de la gente. Ojalá podamos repetirlo ahora", dice Vasileiadis, en su plena madurez como jugador y como miembro activo de la selección de Grecia.

El caso más curioso de los que se desenvuelven en el parqué es el de Walter Herrmann. El argentino ganó el título de Liga con el Tau en la temporada 2009/10 y se retiró del baloncesto con 31 años. "Estuve dos años y medio construyéndome una casa en mi ciudad, Venado Tuerto. Y ya después decidí que era momento de volver", describe el alero, que luce el mismo tipo y la misma melena, como si los años no pasaran por él. Ha sido MVP de la Liga de Argentina con el Atenas de Córdoba tras tres años en el paro y ello le valió la convocatoria con la selección, con la que fue campeón olímpico. Su idea era venir al Mundial como agente libre, sin decidir su futuro, pero surgió una opción interesante en el Flamengo de Brasil y por él firmó. "Voy a Málaga todos los años, mi mujer es de allá y por allá están ahora también las niñas [4 y 5 años], aunque creo que este año no me dará tiempo ¿Mis recuerdos de aquello? Lindos, todos lindos", cuenta.

Cierra el quinteto de campeones Daniel Santiago. El más veterano de todos, con 38 años, juega su cuarto Mundial. También se empleó en dos Juegos Olímpicos en una prolífica carrera con la selección de Puerto Rico, con la que ya estaba en Atlanta 96. Es el epílogo. "Ésta va ser mi última etapa en el equipo Nacional y será bonito terminar en España, donde tuve mucho éxito", dice uno de los techos del Mundial, que aún se apaña para meter sus canastas a las órdenes de Paco Olmos. "He dedicado mucho tiempo y sacrificio a esta carrera, y le doy las gracias a Dios por haberlo permitido. No creo que muchos jugadores han podido jugar por tanto tiempo. Pienso en la hora de retirarme. Mis hijos están creciendo y quiero pasar más tiempo con ellos. Ese es el plan ahora mismo, ya que no puedo jugar por el resto de mi vida. Espero en el futuro hacer algo de coaching o de desarrollar jugadores jóvenes", remata el que fuera uno de los mejores cincos de la historia del Unicaja. Un quinteto de aquel equipo inolvidable que, ocho años después, está muy vivo.

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