En la carrera por Saric

Jasmin Repesa firmó una temporada, con prolongación opcional, con el Unicaja, pero piensa como si fuera a quedarse más tiempo. Así, al menos, lo reconoce el propio club, con peticiones encaminadas a la potenciación de ciertas áreas que él considera deficitarias. Otro cantar es ampliar el compromiso, tema que dará que hablar. Pero piensa en el terreno deportivo. Por ejemplo, con la figura de Dario Saric, joven croata aspirante a estrella, dominante en categorías inferiores, que se ha puesto en el mercado recientemente. Su precio es 550.000 euros. Y Repesa ha recomendado al Unicaja que acometa su fichaje. Estima que es un jugador de proyección superior. No en vano, este verano le ha hecho debutar con la selección absoluta croata con 18 años. La opción malagueña es vista con muy buenos ojos por el entorno del jugador.

Saric, un alero de 2.07 metros y unos fundamentos académicos, capaz de hacer muchas cosas sobre la pista, lleva sonando en el mundillo desde que era un adolescente. El Baskonia intentó hacerle un contrato por ocho temporadas cuando tenía 15 años, pero finalmente la operación se chafó. Este verano fue el Gescrap Bizkaia quien se adelantó a grandes de Europa. Su nombre ha salido a escena en los últimos días. El KK Zagreb, con el que Saric jugó la pasada Euroliga en el Carpena cuando sólo tenía 17 años, denunció el contrato a la FIBA cuando el equipo vizcaíno anunció su contratación. La cláusula de rescisión era de 200.000 euros. El KK Zagreb pedía un millón de euros. La FIBA ha determinado que la cantidad justa, teniendo en cuenta todos los baremos, para romper su contrato, hasta 2014, es de 550.000 euros. El Bilbao se adelantó a los grandes de Europa en gran medida por la relación entre el agente del jugador, Robert Jablan, que es socio de Gorka Arrinda, presidente de facto del Bilbao. Pero ahora esta cantidad hace dudar al Gescrap, que no pasa su mejor momento económico. Está en litigio porque el patrocinador que le da nombre asegura que no hay papel firmado y que no hará frente a la cantidad prevista con la que ayudaría al club. Se espera la decisión vasca para obrar en consecuencia. Saric, al que se vinculó en cesiones al Cibona de Mrsic y el Cedevita de Maljkovic, entrena estas semanas con el KK Split para no perder la forma. Pero está sin jugar y no es lo mejor, claro, para un joven de 18 años.

"Tiene un gran potencial, un gran, gran, gran talento. No hay duda de ello, absolutamente ninguna duda. Le di la oportunidad, pero es que merecía esa oportunidad completamente", respondía en septiembre a este periódico Jasmin Repesa en septiembre cuando se le cuestionaba por el joven jugador, al que semanas antes había hecho debutar con la selección absoluta. Nacido en Sibenik, como Drazen Petrovic, Dario Saric se inició en la escuela del mito croata. Su padre, Predrag, jugó en su día con Drazen. Desde su 207 centímetros, Saric domina todas las suertes del baloncesto. El pasado verano ofreció un recital de época en el Campeonato de Europa sub 18, en el que fue MVP destacado (25.6 puntos, 10.1 rebotes, 3.3 asistencias, 1.8 robos y 1.6 tapones de promedio). Tras tiranizar en las categorías inferiores le toca dar el paso con los mayores. A las órdenes de Repesa en la selección tuvo momentos brillantes, con un partido de 13 puntos y siete rebotes. El técnico recomienda encarecidamente el fichaje de un jugador que puede dominar Europa. Vale 550.000 euros más un contrato plurianual con cláusulas de salida a la NBA, presumible destino final del talento. El Unicaja maneja toda la información, pero necesita el visto bueno superior para una inversión de este calado y aún no ha movido pieza. Y pelear, claro, con los mejores clubes del continente si el Gescrap dice no. Pero el factor Repesa es un baluarte importante. Su padre y su agente, aseguran desde Croacia, ven con buenos ojos la opción malagueña. Krunoslav Simon compartió vestuario con él el año pasado, también Luka Zoric en la selección croata. Un hábitat favorable.