El club le pide a Domas que se defina

Pasado el ecuador de la temporada, el Unicaja, como todos los clubes punteros, empieza a planificar ya el siguiente ejercicio. Aún es pronto para tomar determinaciones definitivas, quedan meses para valorar decisiones trascendentales, pero sí hay indicios de hacia dónde tirar. La Copa del Rey es, de algún modo, la apertura simbólica del bazar. La masiva presencia de agentes, más o menos importantes, en el Hotel Tryp Guadalmar el fin de semana pasado revelaba que la agitación comenzaba. Este fin de semana es la Copa de Francia la que acoge a directores deportivos y representantes.

Las conversaciones informales ya se suceden, las tomas de contacto. En el Unicaja no hay muchos jugadores con contrato en vigor garantizado, por lo que todo está abierto. Aunque la idea es crear un esqueleto de plantilla del que se ha adolecido en las últimas temporadas. Una de las razones apuntadas cuando se ha analizado el porqué de los últimos fracasos ha sido esa falta de continuidad.

Existe un caso singular, el de Domantas Sabonis. No percibe ningún salario y ello permitió redondear la plantilla con 13 jugadores con el ahorro de su ficha. A cambio, existe el riesgo de que emigre este verano a alguna universidad americana (NCAA), como era la idea inicial de su familia, sin dejar nada en las arcas del club. Era una apuesta arriesgada por un chaval de 17 años, que se ha cumplido tal y como se le explicó al jugador y a su familia. "O se apuesta o no se apuesta, pero no valen las medias tintas", defiende Joan Plaza cuando se le cuestiona por los minutos de los que dispone Domas. Ha jugado en 29 de los 35 partidos, un total de 260 minutos, una media de 8:59. Antes de la Copa, Plaza se pronunciaba en una entrevista en El Mundo. "Domantas es un buen estudiante y tiene la opción de poder ir a universidades americanas y tiene que decidir ya no en verano, sino antes, porque de lo contrario esta apuesta quedará como un brindis al sol y no servirá para nada. Habría que replantearlo y quizás pensar en otro jugador que ocupara esa plaza", decía el técnico catalán, satisfecho con la evolución de una apuesta en la que se ha involucrado personalmente.

Ahora ha llegado el momento de recoger los frutos, cuando ya se esboza la próxima temporada. El Unicaja tiene previsto reunirse la próxima semana con Domantas y su entorno para decirle que el tiempo se agota y que debe decidir cuanto antes. Sin presiones ni amenazas. Simplemente, para explicarles que la apuesta está ahí y que la idea es continuarla si el jugador da el sí a su permanencia. Pero que si no sigue se deberán explorar otros caminos y potenciar a otros jugadores. Se estima que la próxima temporada podría ser ya un jugador importante en la rotación. Quienes le ven en los entrenamientos creen que su progreso es mayor del que está mostrando en los partidos. Plaza no ha vacilado en ponerle de titular en el Palau o el Palacio de los Deportes y en darle buenos minutos en casi todas las canchas de Euroliga. Se le ha demostrado confianza, pero ello debe repercutir en un futuro.

El sí de Domantas implicaría la negociación de un contrato que hasta ahora no ha existido. Arturo Ortega lleva los asuntos de la familia Sabonis, pero no de Domantas oficialmente porque tener un agente le inhabilitaría para jugar en la NCAA.

La postura de Arvydas Sabonis, que ha venido repetidamente a Málaga en los últimos meses y ha presenciado algunos partidos del Unicaja, es dejar que su hijo, que está muy cómodo en Málaga, donde vive desde los cinco años, decida en la medida de lo posible. Sabe que disponer de minutos en Euroliga con 17 años, a la edad en la que debutara él con el Zalgiris, por ejemplo, es un lujo para su desarrollo como jugador. Pero la tentación de una formación académica en Estados Unidos que aquí no se le puede ofrecer está en el otro lado de la balanza. Su valor de cupo también condiciona la planificación. Con marzo a la vista, Domantas debe decidir.