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  • Quino Soler y José Luis Pérez Canca, integrantes de la mejor generación de balonmanistas malagueños de la historia, repasan la actualidad del Antequera y recuerdan aspectos de sus carreras

Quino Soler y José Luis Pérez Canca comparten algo más que haber formado parte, junto a Antonio Carlos Ortega y Nacho Vico, de la mejor generación de balonmanistas que ha parido nunca Málaga. Ambos añoran la tensión de la competición que durante tantos años les ha permitido disfrutar de este deporte, creen que el proyecto de fusión del Ciudad de Málaga servirá para contar con una buena cantera de jugadores en la capital y se conforman con que el equipo de Ortega venda cara su derrota mañana en el primer partido de liga en la cancha del Renovalia Ciudad Real.

"Va a ser un encuentro muy difícil. Firmo una derrota por no más de cuatro goles", asegura Pérez Canca. Además, los dos coinciden en que el conjunto de la ciudad de El Torcal tendrá que hacerse fuerte en casa esta temporada y convertir el pabellón Fernando Argüelles en un fortín inexpugnable. "El equipo tendrá que aprovechar su juventud y ser peleón y competitivo", añade el que fuera central del Balonmano Antequera y del Ademar León, entre otros equipos, quien piensa que los de Ortega podrán correr más al contraataque este año: "Está claro que es un equipo con muchos cambios y en puestos claves. Hay que darle tiempo porque es un equipo mucho más joven. Por eso, intentarán correr más al contragolpe y así subir el ritmo de los partidos".

Los fichajes que han llegado al club presidido por Juan Carlos Jiménez no han defraudado a Pérez Canca. El ex internacional malagueño tuvo la ocasión de presenciar en directo las evoluciones de los Lamariano, Vujovic, Lazovic y compañía durante la final de la Copa de Andalucía, que enfrentó el pasado domingo al Antequera con el Prasa Pozoblanco: "Lamariano hizo un buen partido. A Víctor Vigo le vi bastante bien, va a ayudar mucho a sus compañeros en el contraataque y va a hacer un buen año. Y Vujovic hizo un partido correcto".

Sobre la posible inversión del jeque Abdullah Al Thani en el club antequerano, tanto Soler como Pérez Canca tienen puestas muchas ilusiones en ese proyecto y apoyan la iniciativa sin miramientos. "Espero y deseo que se concrete el acuerdo con el jeque, sería fundamental. El club es de Antequera y no conozco los planes que pueda tener este señor, pero el equipo está muy arraigado en la ciudad y tiene un apoyo muy fuerte", explica Soler. Sus palabras son refrendadas por su amigo Pepelu, como cariñosamente llaman sus amigos a Pérez Canca: "Lo veo perfecto. A mí me tocó vivir una época complicada en Antequera y eso al final es un lastre para el equipo".

Las trayectorias deportivas de uno y otro son un gran ejemplo para las futuras promesas malacitanas de este deporte. En este sentido, el proyecto de cantera que ha iniciado hace apenas un mes el Balonmano Ciudad de Málaga puede convertirse en el germen de una nueva generación de balonmanistas como la que ellos representan. "Es bastante probable que surjan buenos jugadores e, incluso, una hornada que sea buena. Creo que en Málaga siempre ha habido jugadores que han podido llegar a jugar en la élite, pero que por circunstancias ajenas a ellos no han podido hacerlo", subraya Soler.

Por su parte, Pérez Canca piensa que la falta de equipos de la capital en la máxima categoría nacional es el mayor problema que se encuentran los jóvenes que quieren llegar a jugar al máximo nivel, ya que cuando acaban su etapa juvenil no encuentran ninguna salida. "Ahora mismo en Málaga es bastante complicado llegar a la élite. No hay ningún equipo en el que puedas pasar esos dos primeros años de adaptación y después dar el salto al balonmano profesional. Ahora es muy difícil", insiste.

Al hacer un repaso por los distintos clubes en los que han estado, tanto Quino Soler como José Luis Pérez Canca resaltan el buen trato recibido en cada uno de ellos y no dudan en destacar el aspecto que con mayor alegría recuerdan. "De mi etapa en el Puleva Maristas me quedo con los amigos que hice. En Granollers gané mi primer título. En Barcelona fue como tocar el cielo. En Antequera, lo mejor fue el volver a casa y el ascenso en mi primer año. Y en Pozoblanco formamos un grupo de amigos muy bueno", subraya Soler, mientras que Pérez Canca recuerda con mayor emoción las celebraciones de los títulos que consiguió en Ciudad Real, la final de la Copa Asobal que ganó con el Ademar León al invencible Barcelona de entonces y el primer partido de liga que jugó con el Antequera en casa. "Lo tengo grabado en la memoria. Tenía muchas ganas de volver a jugar en Málaga y estaba más nervioso de la cuenta", concluye.

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