La negociación por la venta del Málaga está al fin dando sus coletazos definitivos. La reunión que se produjo el pasado miércoles, y de la que informó este periódico, concluyó a altas horas de la noche y tuvo que posponerse a ayer. Cumpliendo con los objetivos prefijados, aunque ya con menos personal, se terminó de dar el cuerpo a la negociación y se finiquitaron los compromisos del acuerdo de compra-venta.
Con los contratos en su poder, los asesores legales de las dos partes que están negociando -Garrigues, en nombre de Fernando Sanz, y Clifford Chance y KPMG, por Abdullah Bin Nasser Al-Thani- avanzaron al siguiente escenario: analizar los documentos listos para rubricar punto por punto y lo que conllevan con sus clientes. En cuanto conluyan esto, y si no hay inconvenientes, el siguiente paso sería poner fecha a la firma.
Pero, aunque todo parece tener un desenlace cercano y estar bien encaminado para que Bin Nasser sea el nuevo propietario del Málaga, tampoco se puede descartar que la negociación no llegue a buen puerto. Aunque pueda parecer extraño, fuentes de la negociación aseguraron ayer a este medio que cualquier traba que surja durante el análisis de los contratos, ya sea por parte de Sanz o del jeque qatarí, echaría definitivamente al traste la operación. Las fuentes, incluso, aseguraron que, si se llega a ese extremo, no habría posibilidad de retomarla.
De todas maneras, tampoco se puede descartar que hoy mismo se diera el plácet definitivo a la operación por ambas partes. Es más, la posibilidad de que hoy se procediera a la firma es algo que ayer se comentaba entre el tejido empresarial de la ciudad y a lo que Fernando Sanz declinó responder a este medio cuando se le cuestionó al respecto.
Con todo muy avanzado, y sin querer ninguna de las parts que se sufran más demoras, sólo queda esperar a que Fernando Sanz o Abdullah Bin Nasser Al-Thani decidan hacerlo público.
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