Juanma Rodríguez. Scout consultor para Cleveland Cavaliers en Europa

"Me da coraje cuando se desprecia a la NBA, nos llevan años luz"

  • El malagueño colabora desde la supervisión de jugadores en Europa con la franquicia campeona de la NBA. Sueña con ver a los Cavaliers algún día sobre el Carpena.

Juan Manuel Rodríguez Marín (Málaga, 1963) vivió en la distancia, en la madrugada del pasado domingo al lunes, cómo el equipo para el que trabaja, Cleveland Cavaliers, se hizo con el anillo de campeón de la NBA, derribando a los fabulosos Warriors y remontando por primera vez un 1-3. Rodríguez forma parte de la organización como scout consultor para Europa desde 2010, poco después de que fuera relegado de la dirección deportiva del Unicaja.

-¿Cómo le llama una franquicia de la NBA?

-Terminé mi contrato con el Unicaja en junio de 2010 y no fui renovado. En agosto Chico Averbuck, director de scouting internacional de Cleveland, me ofreció una colaboración con ellos en Europa, fundamentalmente en España. De las cosas que me salieron fue lo que más me gustó. Tuve alguna proposición para trabajar con agentes, pero esto me sedujo. Desde septiembre empecé a trabajar con ellos. Viajé a Cleveland para unas reuniones preparatorias del año y asistí más tarde al draft de 2011.

-¿Cómo es la metodología de trabajo?

-En septiembre hacemos una lista de los jugadores a seguir en los próximos años, con la edad de entrada al draft como referencia. Intentamos seguir a esos jugadores, viéndolos en directo, a través del vídeo, recabando información sobre ellos, directa o indirectamente. Pedimos información a entrenadores y gente que haya trabajado con ellos. Desde Cleveland vienen expresamente varias veces a lo largo del año. Yo les suelo acompañar por aquí. Entre los equipos de Euroliga y Eurocup que tenemos en la ACB y la posibilidad de ver en un mismo fin de semana tres partidos hace que vengan frecuentemente porque es un viaje muy cómodo. Es más aprovechado que ir a Rusia. En Europa estoy yo y hay otro scout en Serbia que controla la parte del Este. Aparte, yo suelo ir a Europeos, Mundiales, el Eurocamp de Treviso... Por ejemplo, me voy ahora al Mundial sub 17 de Zaragoza. Ahí juegan los del año 99, les queda aún lejos su edad natural del draft, pero es interesante tenerlos catalogados.

-¿A qué edad empieza ese seguimiento?

-Con 16 o 17 años ya se sigue más intensamente. Ahora, viendo a mi hijo [Javier juega en el infantil del Unicaja y nació en 2002], voy a tener avanzadas generaciones españolas. En Europa, por ejemplo, ya hay dos jugadores de 1999 que se ve claramente que van a estar en una posición muy alta, primera ronda seguro, cuanto se declaren elegibles. Dragan Bender [del Maccabi, elegido por Phoenix en el puesto cuatro del último draft] apenas ha jugado en la élite con continuidad y es del año 1997. Sus agentes han considerado presentarlo ahora. Y es importante tenerlos visto, aunque este calibre de jugador se ve que es algo especial.

-¿Cómo es su interacción con Cleveland?

-Me sorprende mucho la capacidad de trabajo que tienen. Cleveland, por ejemplo, no ha tenido elección directa en el draft este año porque ha construido un equipo campeón y en ese proceso ha dejado rondas en distintas operaciones. Pese a ello, han trabajado como si tuvieran cinco elecciones. Cuando fui allí me sorprendió la pasión que le ponen, las horas que le echan. Cada vez que he ido a Cleveland no paro de aprender, nos llevan millones de años luz en todo lo que es la organización de cada franquicia, en la Liga... En todo.

-¿Cómo ejemplificaría esa diferencia?

-Me da mucho coraje cuando se desprecia a la NBA, la temporada regular. Son muchos partidos y hay veces que se juegan dos seguidos. Si ves uno perdido pues bajas el pistón, pero al día siguiente compites otra vez. Después llegan los play off y es otra historia. Juegan los elegidos, se acortan las rotaciones. Se va a ganar, las defensas son impresionantes. No comprendo cómo desde España y Europa no se viaja más allí y se contacta con las franquicias para aprender. El día a día, el scouting, organización, marketing, venta de localidades... Es otra historia. Son los números uno.

-¿Tanta es la distancia?

-Hoy en día un niño, lo compruebo cada día, conoce antes a jugadores de la NBA que de ACB o Euroliga. Insisto, no entiendo ese desprecio. Son superprofesionales, tienen una pasión increíble. En Cleveland hay un grupo de scouts en el que existe una mezcla de gente veterana y joven con mucho talento, pronto estarán varios en puestos importantes en la NBA, no sólo en Cleveland. Sólo para Estados Unidos hay una decena de scouts. Saben que es un tema importante, invierten mucho en ello. Aquí en Europa se deja sólo en manos de una persona. No se repara en que el 70-80% del presupuesto de un club es el sueldo de los jugadores. No te puedes equivocar. Ellos para una elección ven a un jugador no menos de 10 veces en directo, muchas más en vídeo y hay informes de su entrenador de instituto, de universidad, en otros posibles equipo... Minimizan el margen de error al extremo con toda la información. Aquí creo que no se es consciente de lo importante que es eso.

-¿Y se ven los frutos?

-En el 2011, en el primer draft al que asistí, las elecciones fueron Kyrie Irving y Tristan Thompson. Cinco años después son jugadores titulares de un equipo campeón de la NBA. Hay mucho trabajo detrás. Thompson puede parecer elección de riesgo, pero ha demostrado que es un pívot, con este smal ball que impera, ayuda mucho. Y en cinco años no se ha perdido un partido por lesión. Todo eso es compromiso y en las franquicias se le da mucho valor al esfuerzo diario y la disponibilidad plena en los dos lados de la pista, al trabajo sucio.

-¿Cuántos partidos puede ver al año en directo?

-Tengo un trabajo en el área de Deportes de la Diputación que compatibilizo con esta labor, ambos me lo permiten. Voy casi siempre al Unicaja, más los que veo en otras pistas de España o Europa y los de los campeonatos de verano, pues calculo que entre 200 y 300. Más los vídeos, con una aplicación de Sinergy, que te permite ver a jugadores que aún no conoces bien para tener una primera idea. Para mí ha sido una de las mejores experiencias de mi vida trabajar con Cleveland. Ellos tienen un gran respeto por el baloncesto europeo, por sus entrenadores y sus jugadores. Cuentan con tu opinión, muestran mucho respeto. Ante esa confianza es también una responsabilidad corresponder a lo que piden. Gestiones para saber el contrato de un jugador, la disponibilidad. Mi contacto es frecuente, como muy largo semanal, vía email o por teléfono.

-¿Cómo es la situación en Cleveland?

-Han construido un equipo campeón pero no hay mucho margen salarial ni de draft, así que la vigilancia sobre cualquier jugador europeo, aunque ya tenga edad pasada del draft, existe. Son muy exigentes con el jugador que ellos quieren. Buscan gente que ayude a ganar. Se fue LeBron en 2011 y hubo que reconstruir, se partió desde el fondo de la Conferencia Este. Necesitan cualquier tipo de jugador que encaje en su idea. Con Kyrie, LeBron y Love buscan un patrón de jugador que complementen sus cualidades. No alguien que tenga balón y bote mucho, sino finalizadores, fuera o cerca del aro. El reto es ganar de nuevo el anillo. El trabajo ha sido coronado ganando al equipo de moda, los Warriors, con un baloncesto que todo el mundo alababa. Se ha hecho un gran trabajo. Defensivamente ha sido enorme, han conseguido parar a un equipo que daba miedo ofensivamente.

-Se han visto imágenes de locura colectiva en Cleveland.

-Con la vuelta de LeBron el reto era ése. Aunque igual se ha conseguido antes de que ellos pensaban. La organización es muy exigente consigo misma. El Quicken Loan está siempre lleno y en los play off ha apretado mucho.

-¿Cómo es la figura de LeBron?

-La gente de dentro habla con devoción de él, como un líder dentro y fuera de la pista. Es el que más entrena y el que más exige. Decían que sólo dominaba en las finalizaciones cerca del aro y según me cuentan el tiro lo ha trabajado al extremo. Acabó la final con un 37% en triples, buen porcentaje allí, y metiendo algunos claves. La organización gira sobre él. Es un ejemplo, ganador y con carácter. Estamos hablando, probablemente, de uno de los tres mejores de la historia de la NBA cuando acabe su carrera. Ha jugado siete finales y ganado tres anillos con 31 años. Con los jugadores que trabajan y lo dejan todo él muere, como Dellavedova o Thompson.

-Málaga es un lugar donde ha jugado un equipo NBA, los Grizzlies, y los ojeadores de todos los equipos vienen con mucha frecuencia. ¿Qué opinión hay allí de la ciudad y del equipo?

-Los responsables de Cleveland han estado por aquí y es una ciudad que les encanta. Mi sueño sería que Cleveland jugara alguna vez en Málaga, pero es algo que depende de Euroliga y NBA. En lo que estuviera en mi mano apretaría lo que pudiera. En su día vimos aquí a Pau y Navarro con los Grizzlies, pero contemplar a LeBron... Ellos estarían encantados de venir, les gusta el Unicaja, es una organización a la que respetan mucho, y el Carpena. Es uno de sus lugares favoritos. Son absolutamente respetuosos con todo el trabajo que se hace en Europa. Algunas veces no es recíproco.

-A principios de siglo se acortó la diferencia entre Europa y NBA. ¿Cree que se acrecienta otra vez?

-Sí. Hay mucho más dinero a todos los niveles. En España y Europa se ha notado la crisis, allí ha aumentado para la próxima temporada el límite salarial un 25% ahora. Cada vez irán más jugadores a formarse, alguno se equivocará por irse antes de tiempo, pero será corriente. Todo jugador que conoce aquello quiero quedarse. Recuerdo en 2005 o 2006 un viaje a la liga de verano y cenamos con Andrés Nocioni. Él decía 'Yo me voy de aquí cuando me echen, no antes'. Me explicaba cómo era el trato al jugador. Oía el otro día antes del draft hablar a Juancho Hernangómez y estaba ensimismado por el trato que le han dado, y eso que él era un aspirante a rookie. Eso es muy difícil igualar.

-¿Cómo valoran al jugador europeo?

-Respetan el juego de aquí, aunque tengan a jugadores físicamente más superiores y más rápidos. Pero aprecian mucho la inteligencia del jugador y entrenador europeo. Por ejemplo, en Cleveland está Jordi Fernández, un técnico catalán que llegó porque dirigió al hijo del entonces entrenador Mike Brown en un campus de verano. Empezó como el último entrenador, pero ha trabajado como un animal y ahora dirige al equipo de la NBDL de Cleveland y ha batido el récord de victorias, jugando dos años la final de conferencia. Es un técnico español al que se respeta por su trabajo, simplemente. Pero hay gente como Mike Gansey o Trent Redden, gente de poco más de 30 años y brillantísima en el staff. También David Griffin, el general manager, que antes lo fue Phoenix, y que ya se ha visto cómo funciona. Gente muy válida, no se consigue por casualidad el éxito. Se han hecho de savia nueva y gente veterana que da una visión amplia a la elección de jugadores.

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