Aíto no tuvo que tomar ninguna decisión y descartar a ningún jugador pese a viajar con 13. Se le cayeron por su propio peso. Y no sólo uno, sino dos, siguiendo la tendencia nefasta de lesiones y males que azota al equipo malagueño. Ni Joel Freeland ni Augusto Lima pudieron saltar al parqué de la Paz y la Amistad, cada uno por diversas razones. Y encima, durante el transcurso del encuentro, vio cómo Robert Archibald sufría una luxación en su hombro derecho.

Freeland es el que más preocupa. Arrastra una contractura en su pierna izquierda a la altura de su muslo. Y lo que parecía una simple sobrecarga le ha impedido entrenar desde el martes. Así las cosas, el jugador británico tiene previsto pasar esta mañana unas pruebas en Bilbao, adonde el equipo debía llegar de madrugada tras aterrizar en Vitoria, para comprobar si hay alguna rotura. Ello le convierte en una duda más que razonable para el encuentro de mañana en el BEC. No hay manera, parece, de que Aíto tenga a su equipo en plena disposición.

El caso de Augusto Lima es más liviano. Comenzó a mostrar síntomas griposos tras aterrizar en el aeropuerto Eleftherios Venizelos de la capital helena. No se entrenó ni el miércoles por la tarde ni hizo ayer la sesión de tiro. Mejoró algo, pero se encontraba débil y presenció el partido embutido en un chaquetón pese a que la temperatura ambiente en el pabellón era cálida. Estaba previsto que regresara con la expedición a Málaga, pero la lesión de última hora de Archibald ha obligado a Aíto a retener al brasileño por si el escocés no puede finalmente participar mañana.