Alejandro Davidovich se rebozaba sobre el albero del Real Club de Tenis Betis, se abrazaba con familia y entrenadores y pegaba botes sin parar. Había ganado su primer ATP Challenger, la Copa Sevilla, culminando unas semanas tremendas que le colocan en la frontera del Top 100 del ranking mundial, el salvoconducto para los cuadros finales del ATP Tour.

Venció Davidovich a Jaume Munar, otro pujante joven valor español, por 2-6, 6-1 y 6-2. Sobrevivió a un primer set en el que jugó mejor de lo que dijo el marcador. Paró por un tirón en la ingle al comienzo del segundo set que hizo tener por su continuidad en el partido. Pero hubo un antes y un después, fue un ciclón para sólo ceder dos juegos desde entonces y romper el saque de Munar varias veces.

Es uno de los detalles esenciales que ha mejorado el malagueño en esta secuencia que le ha llevado a las semifinales en Manacor, la final en Génova y este título en Sevilla. La capacidad para no irse de los partidos aunque vengan reveses, no desconectar de los partidos. Ello le permite acercarse a los mejores de la ATP.

Gloria para Davidovich en Sevilla. 2-6, 6-2, 6-2 a Munar. El malagueño consigue en Sevilla el primer challenger de su carrera. #TenisAuténtico @spaintenis @fattenis pic.twitter.com/kAlG6aVuoX

— Copa Sevilla (@CopaSevilla2019) September 15, 2019