Palo importante para Alejandro Davidovich, aunque no es el primero de este tipo en su carrera. El malagueño jugó dos sets de un excelso nivel en el duelo de primera ronda del ATP 500 de Dubai. Le habían valido al rinconero para tener contra las cuerdas al tenista número 10 del mundo, Jannik Sinner. Unos meses menor que él, el italiano está consolidado entre los más grandes de la raqueta y partía como cabeza de serie número cuatro del torneo. No supo ponerle el broche el de la Cala del Moral después de tener tres bolas para hacerlo. Tuvo algo de mala fortuna en ese momento crucial, pero le faltó madurez para atarlo después de una hora sobresaliente de tenis. 

Estaba Foki con ese flow de los días grandes. Su expresión corporal transmitía que estaba pleno de confianza, con hambre por comerse esta oportunidad que le ponía el calendario delante. Lo evidenciaba de manera constante. El transalpino estaba menos rodado, sólo había disputado la ATP Cup, y era un buen momento para dejarlo en la cuneta. Y empezó con fuerza Davidovich, muy firme con su saque. Los ganaría todos en el primer set y apretaba mucho en el de su rival. Algún 0-30 y también forzaba un deuce, aunque Sinner se agarraba cuando peor lo pasaba. Con 5-4 a favor dio un paso adelante y rompió para llevarse de manera imponente la primera manga con 6-4. Parte del trabajo estaba hecho. 

El de San Cándido emergía en un instante delicado y tenía dos bolas de rotura, aunque el malagueño las salvaba. Fue otro empujón de confianza para el joven, que con deuce esquivaba otra bala para poner el 3-2. Le dio vida ese momento y ahora rompía el para el 4-2. Se mostraba paciente, esperando el error de Sinner. El escenario era el idóneo. Servicio, que no había perdido ninguno, para un 5-2 que ya decía mucho. Y tuvo en su posesión dos bolas para ello, pero se fueron al limbo. Le faltó temple y lo pagó. Del 4-2 se pasó al 5-5 y después 6-6. Tie break por delante. 

Y fue de locos. Davidovich pegó otro pisotón en el acelerador y se puso con 5-2 a favor y dos saques para ganar. Había hecho un passing precioso y forzado un error del italiano. Y ahí se dio otro momento increíble, pero justo por otra parte. El árbitro había cantado mala una bola de Sinner que era el 6-2, pero luego el vídeo demostró que era buena y por tanto el 5-3. Siguió el rinconero, que ponía el 6-3. 3 bolas de partido. Fue de cabeza a por la primera, quizá de manera equivocada, y se le marchó por la línea de fondo. Luego vino un ace para el 6-5. Tenía su saque para cerrar. Tras un rally de 18 golpes, con alguno incluido en la cinta de la red, Sinner ponía el 6-6. Se derrumbó ahí Davidovich, que lo perdió. 

Quedaba el tercer set por delante, aunque con Sinner ya en moto. Y el italiano esperó para dar el golpe en el sexto juego y poner un 4-2 que sería definitivo. Completaría con el 5-2, aunque Davidovich tiró de arrojó y levantó una bola de partido para que lo tuviera que ganar con su saque. Finalmente un 6-3 sin muchas complicaciones tas dos horas y media de tenis después de levantar un encuentro que tenía muy perdido. Lección de coraje del italiano y lección gigante para Davidovich, que no puede caer en estos errores. Ahora se preparará para la eliminatoria de la Copa Davis en Marbella que jugará con España.