El deporte da a la jábega una razón para remar

En Málaga el mar es sinónimo de vida. Y, como tal, la jábega es un símbolo. Desde su nacimiento ha sorteado el paso del tiempo adaptándose a las necesidades de cada época y de sus tripulantes, ya fuera como transporte o como instrumento para la pesca. Siglos atrás, cientos de embarcaciones pintaban el paisaje costero de la bahía otorgándole un sentido funcional. Ahora, apenas son 17 las que mantienen vivo este anciano arte. Por desgracia, no es noticia la extinción de la jábega. El progreso la apartó de la pesca y del mundo de los transportes y fueron pocos los que mantuvieron la fe en su rentabilidad, escasa.

El orgullo del remero y las primitivas regatas nacen con los enfrentamientos entre pescadores. Durante la antigüedad, si varias embarcaciones coincidían en una misma zona de pesca, se disputaban el derecho a faenar con una carrera. Competitividad y supervivencia se aúnan en la génesis de una disciplina adscrita a la esencia misma de la navegación malagueña. "Las regatas de jábegas son posiblemente el deporte colectivo más antiguo de nuestra provincia", así de contundente se muestra Pepe Almoguera, hijo del emblemático constructor Julián Almoguera y presidente de la Comisión de Barcas de Jábega (Cobarja), al explicar su importancia en la tradición malacitana.

Y es que las regatas siempre han levantado una gran expectación. Sin ir más lejos, durante la pasada década de los 80, vivió un momento de gran esplendor al redefinir su utilidad y significado en el deporte. El Corte Inglés se convirtió en patrocinador de esta competición, logrando incluso traer la retransmisión de TVE del sorteo de la lotería, tan afamado en aquella época. Un total de ocho ediciones se disputaron hasta que un fatal incidente privó a los clubes del patrocinio de los grandes almacenes. Ahora es Unicaja quien impulsa la vertiente deportiva de esta tradición con la disputa de un total de seis regatas en la Liga de Jábegas Unicaja 2009, donde el premio final será asistir al Campeonato de España de Remo en Banco Fijo del Mediterráneo. Por el momento, el primer lugar de la competición lo ocupa el Club Deportivo Rebalaje, de la Cala del Moral.

Más allá de la suculenta recompensa, lo que de verdad obsesiona a los jabegueros es ganar la regata del puerto, penúltima prueba de la Liga Unicaja 2009, que se disputará el sábado 1 de agosto. "Nada importa si no ganas esa regata, aunque ganes la Liga, se te queda un mal sabor de boca", reconoce Pepe Almoguera.

Tanto Cobarja como la Obra Social de Unicaja, buscan hacer de las regatas uno de los deportes más seguidos en la ciudad. Para ello desvían la mirada al norte de España, donde las traineras vascas gozan de una excelente salud, con retransmisiones en directo y patrocinadores comprometidos. Aunque esta realidad se antoja lejana en el futuro de la jábega malagueña, una condición indispensable para que deje de ser una quimera es la creación de una escuela de remo en la provincia que siente las bases para su definitiva consagración como disciplina deportiva. Por el momento, son las iniciativas propias de los jabegueros las que impulsan la supervivencia de esta tradición. Sin ir más lejos, el Club Deportivo Rebalaje utiliza el garaje de su presidente Isidro Calleja como gimnasio de entrenamiento, y el propio presidente ha comprado máquinas de remo para optimizar al máximo las sesiones preparatorias.

"Valiente barca de once remos", así piropeaban los jabegueros a las mujeres hermosas. Y es que el ambiente femenino siempre ha tenido un papel principal en el mundo de las jábegas, que recibían nombres como La Victoria, La Rosario, La Lola...

Otro elemento característico es la asignación de una carta de la baraja española como elemento distintivo. Por ejemplo, LaNuestra Señora Virgen del Carmen, la más antigua con una edad sin determinar, posee el As de oros. Este sistema de cartas se remonta hasta antes de la Guerra Civil, cuando los mandaores acudían al sorteo de la Malagueta para repartir los lugares de pesca. En aquella época, las naves eran tan numerosas que necesitaban dos barajas .

"Se pudren algunas, casi abandonadas otras, varadas meses y meses en las playas, esperan inactivas tiempos mejores que parece no va a volver", decía Luis Bellón, Director del Instituto Oceanográfico de Málaga, en su libro El boquerón y la sardina. Pero se equivocaba, el deporte les ha dado un nuevo tiempo a las jábegas, el de las regatas.

'LA CORDELA', EMBLEMA

En julio de 2004, La Cordela nace ante la presencia del Alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que acudió a su botadura. José Pedro González, constructor junto a Rafael Sánchez de la embarcación, también ejerció de remero. Sánchez falleció justo después de la finalización de la tarea y de ahí que González cogiera los remos: "Rafael siempre quiso ver a La Cordela ganar pero no pudo. Entonces yo decidí disputar el campeonato del año pasado con nuestra barca y el Club Mediterráneo para dedicarle la victoria. Y lo conseguí".

González incluso ha participado con La Traya en una película de producción canadiense llamada El libro de Juan, donde el constructor "tenía que enseñar a los actores hasta cómo remar". Sin embargo, esta curiosa oportunidad le permitió recaudar los fondos necesarios para terminar la construcción de la propia barca, tercera ayer en Pedregalejo.