Pese a completar un primer cuarto de competición bastante bueno, al Atlético Malagueño se le han colado algunos equipos en la carrera por los puestos de ascenso, señal de que este año la oposición está más concurrida y las diferencias se han reducido. La tabla desluce sin razón los méritos del filial albiceleste, que ostenta la octava posición con 16 puntos. Y ahí está la paradoja, que la distancia con las plazas de honor es de cuatro y tienen una disputa pendiente, contra el Carboneras.

Únicamente tres derrotas ondean en la estadística blanquiazul, suficientes para que el Malagueño se abone a la ética de la prudencia. Los últimos traspiés, Vélez (2-0) y Motril (1-0) -con el 4-2 al Ronda en medio-, frenaron la dinámica positiva y ahora toca retomar el vuelo. Esta mañana (11:30) visita El Viso el Santa Fe, nuevo motivo para seguir apelando a la filosofía de la cautela. El equipo que entrena Joseba Aguado perdió tres encuentros consecutivos en el estreno de la temporada y en tres se mantiene el cupo, como el Malagueño. Desde entonces, la marcha es estelar: cuatro victorias y tres empates para quedarse a un punto de su contrincante de hoy.

En el juego hay más diferencias. El malaguista: estético, paciente, colectivo y concienzudo; el de los santaferinos: fulgurante y letal. El contragolpe es el arma más efectiva de los granadinos, que no dudan en lanzarse a la carrera en cuanto tienen ocasión. Su velocidad obligará a que el filial se esmere en la protección de sus líneas y a que repliegue rápido, para no regalar espacios. La mejor noticia para los de Rafa Gil es que Luismi Torres, su mejor hombre, está sancionado.

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