"Me han dicho alguna vez que me confunden con Toulalan en los partidos"
Ignacio Camacho
Camacho está de dulce. "Han dejado de pedirme fotos por mi parecido con Pablo Alborán", dice y se ríe, pues ahora es "reconocido" y le reclaman por ser el alter ego del francés.
Ignacio Camacho encarna esa suerte de futbolistas de los que uno se pregunta si debutó demasiado pronto. Pero era inevitable. A alguno le sonará muy lejano, si bien fue nombrado mejor jugador del Europeo sub 17 que ganó con España en Bélgica. Era el capitán, el timón del centro del campo. De Gea, Bojan, Fran Mérida o Iago Falqué eran los de su generación. Como rivales, Hazard o Toni Kroos, por ejemplo. Así que el Atlético le abrió la puerta de Primera. Un doblete ante el Recreativo un día antes de cumplir la mayoría de edad lo encumbraba. Desde entonces, muchos fichajes foráneos y alguna lesión puñetera le cerraron la puerta. Apareció el Málaga en escena y todo empezó a cambiar. Ahora reluce más que nunca en la medular blanquiazul.
-¿Le siguen pidiendo fotos por su parecido con Pablo Alborán o ya lo hacen como Ignacio Camacho?
-[Risas]. De momento hace tiempo que no me las piden. No sé si porque me cambié el corte de pelo y ya no me parezco tanto a él.
-¿Pero se siente más reconocido? -Sobre todo en el campo. Cuando juegas mucho, así te sientes. Luego en la calle hay de todo. Pero el malaguista sabe quién es quién. Eso no ha cambiado mucho.
-¿Es su mejor momento deportivo o lo fue aquel de colchonero y triunfador en las inferiores de España?
-El año pasado gocé de muchos minutos al final y terminé muy contento, aunque también hubo momentos muy difíciles que no me gusta recordar. La temporada ha empezado bien, pero esto no es como empieza, hay que ser regular. Y hay que ser egoísta con uno mismo y aprovechar todos los minutos. Son momentos diferentes. En el Atlético estaba empezando, todo era muy bonito y me salía a pedir de boca. Ahora soy mucho más maduro, son cuatro años en Primera y todo es diferente y me va bien. Creo que no son épocas comparables.
-Además de la confianza y la continuidad que ahora tiene, ¿qué más ha cambiado?
-Me considero siempre constante, alguien que trabaja día a día y al máximo. No sé si ha cambiado algo desde fuera, para mí no. Obviamente, tengo más confianza porque he jugado partidos y eso te da una mejora de juego. Pero mi forma de entrenar es la misma.
-¿Y en lo personal?
-No. No me he casado ni he tenido hijos, sigo con una vida estable con mi familia y con mi novia y espero que eso no cambie. Para lo malo, claro, para lo bueno sí será bienvenido.
-¿Y con Pellegrini ha habido algún giro en la relación?
-Siempre ha sido la misma, no te voy a engañar. Cuando no jugaba también era igual su forma de ser conmigo.
-¿Le está pidiendo cosas nuevas en el campo?
-Él siempre ha querido que juegue en esa posición del centro del campo. El año pasado hubo tramos en que varió bastante. Me ponía de central y hasta de lateral en los entrenamientos. Pero ya sabes, mientras un futbolista juegue, se siente cómodo. De central estaría encantado, pero mi puesto natural es el centro del campo.
-¿Qué piensa ahora cuando estuvo a punto de salir en el pasado mercado de invierno?
-Qué quieres que te diga, habría sido un error. O igual luego hubiese jugado todo, quién sabe. Para qué pensar en lo que hice o dejé de hacer. Ahora estoy contento y gracias a Dios va bien. Pero tengo que seguir así. Un día estás arriba, otro vuelves al banquillo. Hay que ganarse el puesto aun cuando lo tienes ganado.
-¿Se ha 'atoulalanado'?
-Somos jugadores de corte parecido. Al final somos dos defensivos que corremos bastante y recuperamos balones, pero hemos demostrado que nos hemos ayudado mucho el uno al otro y que al jugar juntos nos hemos sentido a gusto. Nos sentimos más arropados y no somos nada incompatibles. Me han dicho en alguna ocasión que nos confunden en los partidos, es curioso. Igual alguno va a tener que teñirse el pelo de rosa para que nos distingan.
-¿Es más fácil jugar junto a Jeremy o le obliga a dar más aún para no desentonar?
-Jeremy te ayuda mucho todos los días. Intentas aprender de esos jugadores con más experiencia. Yo me siento más respaldado cuando él está en el campo. A cambio, intento ayudarlo, trato de dar un nivel alto para que esté a gusto.
-Lleva cuatro años en Primera y eso hace olvidar que solo tiene 22 años. Al mismo tiempo, le toca un rol en el campo de veterano. ¿Se siente mayor de lo que es?
-He pasado mis épocas. De ser un niño, de aprender, de estar al lado de grandes jugadores en el vestuario cambiándote a su lado... Y he aprendido mucho. Hace ya mucho tiempo que debuté, si bien solo tengo 22 años y pienso que tengo que seguir aprendiendo. Eso sí, me considero bastante maduro y sé bien lo que he aprendido de cada compañero y cada equipo.
-¿Este Málaga es el equipo que mejor juega al fútbol de todos en los que ha estado?
-Mmm, no sabría qué decir. Viví también la época de ese Atlético de Forlán pichichi, el Kun, Simao... A día de hoy tenemos también un gran equipo, hacemos un gran fútbol y hay jugadores con mucha calidad. Procuro disfrutarlo tanto como ese Atleti.
-¿Hay algún equipo en Europa que ofensivamente exponga más que este Málaga?
-En Europa habría que verlo. De todos modos, tampoco nos vamos a crecer demasiado, ¿eh? Eso sí, hemos dado un golpe en la mesa que nadie esperaba. Éramos los novatos de la Champions y mira, ante el Zenit nadie se esperaba un partido así. Esperemos seguir en esa línea. Pero ahí quedan dos rivales duros, el veterano Anderlecht, y el Milán, todo un histórico.
-¿Está el Málaga en su plenitud, por encima de sus posibilidades o incluso aún le queda para llegar a su mejor momento?
-Tenemos que conseguir la regularidad en lo que estamos haciendo. A lo largo de la temporada cada equipo tiene su bajón, son muchos partidos con tres competiciones. SI algún día tenemos ese bajón, esperemos que sea lo menos posible. Por eso lo importante es saber estabilizarnos.
-Precisamente mucha gente teme que el equipo dé ese bajón a medida que avancen las competiciones. ¿Se teme eso en el vestuario también?
-Yo creo que tenemos plantilla para aguantar eso. Hay jugadores que están esperando su oportunidad, quieren minutos, y si hay un bajón, tendremos futbolistas para suplirlo. Desde el plano individual te diré que me encuentro bien, y eso que ya hemos jugado bastantes minutos. Y creo que mis compañeros también. Lo cual no quiere decir que no nos entre un bajón, claro...
-¿Qué sería de este Málaga si se hubiera ido Pellegrini en verano?
-Hubiese venido otro entrenador que habría intentando instaurar su forma de jugar. Pero está claro que ha sido mejor que se quedara él, porque lo conocíamos desde hace un año. Con él nos salen las cosas bien. Son dos años y medio los que lleva aquí y, cuanto más tiempo y confianza tiene, más va a entender el equipo su filosofía.
-¿Creen que estar arriba en la Liga, hacer ruido en Europa y jugar tan bien puede convencer al jeque de que meta más dinero en el club?
-Ojalá sea así. Nosotros no hemos dicho nada acerca de que el jeque haya dejado de poner dinero, la confianza sigue ahí. No nos ha abandonado y ojalá siga haciendo esa inversión para que todo pueda seguir bien.
-Si jugara en el equipo contrario a Isco, ¿cómo lo frenaría?
-¿Cómo? Está claro, le pegaría un par de patadas [risas]. Tiene una calidad que se ve enseguida. Va a ir a más y ojalá lo podamos disfrutar por mucho tiempo. Yo ya lo conozco muy bien tras muchos entrenamientos, pero aún no he encontrado la estrategia para pararle.
-¿Qué piensa sabiendo que el Atlético de Madrid mantiene una opción de recompra por usted?
-Estoy muy contento aquí y es cuestión de otros clubes. Bueno, también una decisión mía porque el que da la última palabra soy yo, pero estoy muy contento en el Málaga y las cosas me están saliendo bien.
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