"Si me diera igual no continuar aquí, habría firmado por otro club"

Sergio Sánchez es de esos jugadores que siempre tiene cosas que decir. Ya recuperado de sus lesiones y nuevamente asentado en el once del Málaga, habla de su futuro, el estado de su renovación, sus problemas físicos. Especialmente se moja con los arbitrajes, como el padecido recientemente en Madrid.

-¿Cómo se siente estando tanto tiempo fuera sin poder ayudar al equipo por las lesiones?

-Un futbolista lo que quiere es ayudar en el terreno de juego. Este año ha habido circunstancias que han hecho que no pueda estar ayudando todo lo que hubiese querido pero ya es pasado. Espero seguir haciéndolo ahora.

-Se rompió en Anoeta, recayó ante el Madrid. ¿Qué lesiones ha tenido desde noviembre?

-Tuve una roturita en el isquio. El diagnóstico se complicó y se trató una cosa que quizá no estaba bien del todo. Duró un poquito más. Pero es pasado y se solucionó. No era fácil de ver. Se logró arreglar y estoy perfecto. Luego tuve un esguince de ligamento lateral interno. Sigo con un poquito de tratamiento y lo voy llevando como puedo.

-Entonces, ¿los diagnósticos han retrasado su vuelta más de lo que esperaba?

-El cuerpo médico y yo lo último que queríamos es estar tanto tiempo fuera, pero la medicina no siempre es dos más dos. Y en este caso el cuerpo médico ha hecho un gran esfuerzo y dentro de lo malo estoy ya bien.

-¿Ha habido algún descuido en su recuperación?

-No. Simplemente había una fibrosis de una lesión, de una roturita muy antigua que no se localizaba y por culpa de esa fibrosis me venía rompiendo más de lo habitual. Porque yo en mi carrera nunca me he roto. Al final se ha conseguido ver y era difícil. Lo hemos tratado y, gracias a Dios, el músculo vuelve a estar limpio y estoy perfectamente.

-Cuando se volvió a romper ante el Madrid, en La Rosaleda, no pudo evitar llorar.

-Sí. Por el momento del equipo, porque estaba bien y porque la selección estaba cerca. Entonces había rumores. Fue un momento difícil, la verdad. Pero gracias a los compañeros y la familia uno se logra reponer.

-Habla de la selección. ¿Tiene la sensación de que se le ha escapado algo?

-No es algo que se me escape porque nunca llegué a tenerlo. Juego por y para el Málaga y a partir de ahí lo que tenga que llegar va a llegar. Todo pasa por hacer bien las cosas aquí.

-Entra por Marcos Angeleri. Cierto es que busca un puesto para ayudar al equipo pero, ¿puede haber cierta injusticia por la salida del once de un jugador que estaba haciéndolo bien?

-No me toca juzgar eso. Yo me entreno para jugar yo, para ayudar yo y el míster es quien valora.

-¿Va a renovar Sergio Sánchez por el Málaga?

-Pues no sé, estamos en proceso. Hay intención por ambas partes. Hay que llegar a un acuerdo contractual. Mi deber es ayudar en el campo y luchar porque quiero llevar al Málaga lo más lejos posible. En los despachos ya están los directivos y mi representante [Pepe Mesas es su agente].

-¿Pero quiere renovar?

-Sí. Si no, habría firmado por otro club.

-¿Y por qué no se ha llegado a un acuerdo todavía?

-No voy a entrar a valorar las cosas. Ya las habéis deducido muchas de ellas vosotros, algunas son acertadas y otras no. Pero son cosas para hablar en los despachos y no en los periódicos [sonríe].

-Se le vio cariñoso con Vicente Casado en el acto de renovación de Samu García. ¿Es un guiño?

-Él ha estado en mi boda. Con esto me refiero a que, independientemente de su labor y la mía, hay una amistad sana y buena. La hay con Vicente, con Manolo [Novo, adjunto a la dirección general] y con Mario [Husillos, director deportivo]. La amistad está por encima de los cargos y así se ha demostrado siempre.

-¿Pero qué pide para renovar?

-Es algo que no me toca hablar aquí. Es algo que pelea mi agente. El club está haciendo lo posible para llegar a ese acuerdo. A partir de aquí, ojalá lleguemos a buen puerto. Si mi intención no fuera renovar o fuera no seguir aquí o me diera igual no seguir, habría firmado por otro club y no lo he hecho porque mi familia y yo somos felices en Málaga. Pero hay una serie de cosas en las que el club y mi agente se tienen que poner de acuerdo. Me mantengo al margen. Yo me dedico a jugar y el resto a su trabajo: mi representante a mirar por mi futuro y el club por el colectivo.

-¿Hay clubes interesados en usted?

-Sí, claro.

-¿Le puede llegar a afectar al rendimiento?

-No me afecta. No entro a valorar. El Málaga se merece todo mi ímpetu y todas mis ganas para estar en Europa, si es posible. Y no quiero que nada ni nadie me desvíe de ese camino. Independientemente de si hay rumores y lo que se hable, estoy centrado en el escudo que llevo cada día.

-¿Sería una decepción no entrar en puestos de Europa?

-Para nada, la decepción sería descender [sonríe]. Nuestro objetivo era la salvación, hemos conseguido un equipo competitivo. Javi Gracia ha logrado unir una serie de jugadores inexpertos y estos han respondido a la confianza que han tenido. Optamos ahora a cosas mayores pero si no llegan, de decepción nada. Es un equipo nuevo, con gente muy joven, y estamos compitiendo a gran nivel.

-Recientemente, durante el Eibar-Málaga, se le vio en redes sociales un tanto molesto al notar críticas al equipo.

-Mi comentario vino a que por supuesto el aficionado puede dar su punto de vista pero no todos los puntos de vista ayudan al equipo como nos gustaría. Pero todo es respetable y todos pueden opinar. Siempre con respeto, claro. Es de buen entendedor que no todas las críticas van a ayudar al equipo. Es lógico.

-¿Piensa que no se está valorando la temporada justamente?

-La valoración la tenemos que hacer todos cuando termine. Si terminara ahora y me dices que al empezar no hubiésemos imaginado estar así, la temporada hubiese sido buenísima. Pero ahora que podemos lograr Europa quizá no sería tan buena. Aunque creo que hay que ser justos con el equipo. El objetivo era la permanencia y se ha logrado con muy buena nota. Tenemos seis finales.

-¿Se ha echado demasiado de menos a Camacho?

-Camacho es un jugador importante pero con Recio, Tissone, Sergi... Con otros jugadores el equipo ha suplido bien su baja. Esperemos que se recupere lo antes posible.

-¿Están perjudicando los árbitros últimamente?

-Es tontería entrar a valorar ciertas actuaciones porque no tienen ni pies ni cabeza. Contra el Atlético de Madrid, pues mira, riguroso, fue una acción aislada, pero Mateu Lahoz estuvo en líneas generales acertado pero lo del Bernabéu fue bochornoso, fue un arbitraje muy dispar. El arbitraje fue lamentable. No quiero ni valorarlo.

-Más allá de fueras de juego, ¿molesta eso, el diferente rasero para unos y otros a la hora de pitar faltas?

-Claro, no te deja coger ritmo de juego. No te dejan competir. Compites con algo que no puedes manejar. Intentas dialogar y ni te quiere escuchar y con ellos lo dialogan todo. Te pegan tres patadas y son media falta y a ellos los rozas y es falta. Es algo con lo que no puedes competir. Te sientes con las manos atadas. Como dijo Javi, el equipo se comportó muy bien para la forma en que fue tratado.

-Un tema de actualidad malaguista es el futuro de Nordin Amrabat. ¿Se quedaría con él?

-No es algo que yo tenga que valorar. Creo que todos sabemos de lo que es capaz Nordin y lo que puede dar al equipo.

-Con quien está loco es con Samu y los chavales en general.

-Sí, la verdad. Uno intenta aportarles todo lo bueno que me aportaron a mí cuando yo empezaba en esto y era joven.

-Si se mantienen estos jugadores, ¿se puede elevar el listón de los objetivos?

-Es la pregunta, ¿no? Creo que el club está en una situación que no sabemos si necesita vender con urgencia o puede mantener el bloque. Conozco a Mario [Husillos], es un tío inteligente, competitivo, que ha sido futbolista, y si vende no será a cualquier precio. Entonces eso invita al optimismo sobre que se mantenga gran parte del bloque. El tema de la renovación no sólo pasa por determinados aspectos, sino que también quiero un equipo para poder competir y eso este año lo estamos teniendo.

-¿Ha pedido algo Gracia para las seis jornadas que faltan para acabar la temporada?

-Intensidad. A partir de ahora es cuando se ven los equipos de verdad, los equipos con carácter.