El dolor de Caballero remite y le permitirá jugar ante el Betis

La expulsión de Caballero ante el Levante sentó muy mal entre los aficionados porque su ausencia coincidía con la visita del Real Madrid, un rival temible. Si en cualquier encuentro su baja sería un gran percance, más lo fue ante los blancos. Así que cuando los seguidores lo vieron tumbado y atendido sin levantarse del suelo ante el Espanyol, se temieron lo peor. Pero el argentino aguantó hasta el final dolorido. Aún le molesta la zona, aunque el paso de los días le aliviará y podrá ser de la partida contra el Betis.

Una extraña torsión tras parar un remate de Sergio García y evitar posteriormente que Álvaro aprovechara el rechazo le dejó la zona del estómago muy dolida. Se le aplicó una faja y aguantó como pudo la media hora que tuvo que estar así. No tuvo mucho trabajo y dejó que Demichelis sacara de puerta. Es portero de raza, y por eso resistió contra el Espanyol y jugaría aún molesto contra el Betis si se lo pidieran. "Ya estoy bastante mejor. Se fue el dolor y a ver si puedo entrenarme con normalidad. Lo importante es que estoy mejor y a ver si puedo tener una semana normal. Fue en una zona rara, un golpe extraño, y con los golpeos me daban dolores, pero lo pude aguantar y el equipo ganó. Si no hubiera sido doble la dolencia".

Caballero, que no se fía un pelo de la mala racha que atraviesa el próximo rival, confía que el equipo vuelva a ser "el equipo de esas cuatro jornadas en que no nos hicieron goles".