Fútbol | Entrevista al 'Árbitro de la paz'

La lucha por los valores en el deporte

  • El 'Árbitro de la paz' da detalles de los avances de la Plataforma 090

  • "Los campos deben ser lugares para la diversión, no vías de escape", asegura

Ángel Jiménez posa con una de sus camisetas

Ángel Jiménez posa con una de sus camisetas / @arbitrodelapaz (Málaga)

El Ayuntamiento de Málaga presentó el pasado 14 de febrero la Plataforma 090, 0 violencia en 90 minutos. Un programa que nace con la misión de combatir y acabar con la violencia en los terrenos de juego. Hace muchos años que un malagueño comenzó esta lucha en solitario, y, pese a las dificultades, aún mantiene la esperanza de conseguir un deporte realmente limpio y sano. Su nombre es Ángel Andrés Jiménez Bonillo, aunque es más conocido como Árbitro de la paz.

Este colegiado, que promueve conceptos como el VAR de la honestidad, es formador y embajador de la Plataforma 090, y asegura que esta iniciativa, que ahora respalda los ideales que desde hace tanto tiempo lleva promoviendo, es un gran paso adelante: "Llevamos más de un año analizando los factores que desencadenan las conductas violentas y carentes de valores en los terrenos de juego. Antes de mayo realizaremos los primeros cursos de formación de embajadores para que estén en los campos de los diferentes clubes en nombre de la plataforma. Además, contactaremos con todos los clubes para solicitar su colaboración y comenzaremos con los primeros protocolos de actuación en los partidos. También, trabajaremos en aplicar la legislación que apoye la prevención y erradicación de la violencia y se proporcionará a todos los clubes asesoramiento contra los abusos sexuales infantiles".

Ángel es un enamorado del deporte, del fútbol y del arbitraje, pero reconoce que a veces la impotencia ha sido más fuerte, lo que le ha llevado a dejar de arbitrar en varias ocasiones. No obstante, para él, el que es árbitro lo es de corazón. Una pasión que él sintió desde que cumplió tan solo 16 años y que se mantiene intacta. La violencia ha sido siempre su gran rival, por eso exige que las instituciones se impliquen activamente con propuestas y programas serios como la Plataforma 090: "El gran fallo es hacer poco o nada ante el problema. Hasta ahora, cuando se ha dado algún paso, se ha tratado de iniciativas puntuales, como mensajes para un determinado partido o fin de semana, pero sin compromiso de fondo y sin ánimo de continuidad. Afortunadamente, en Málaga tenemos ahora una apuesta firme y decidida por erradicar la violencia en el fútbol base y para convertirlo en una herramienta educativa de primer nivel".

"En vez de vías de escape, los campos de fútbol deben ser lugares para el crecimiento individual y colectivo"

Tal y como cuenta Ángel, en el fútbol es común escuchar frases que incitan a la violencia y que parecen alejar la posibilidad de que en el terreno de juego se pueda tener un ambiente amistoso: "Claro que puede haber amigos en el campo. El amigo, como el que no, sigue siendo humano, y hay que respetarlo. Y también tiene que respetarse uno a sí mismo. Estas son las claves. Más allá de que se quiera ganar y de que pueda haber momentos de tensión, lo primero es tener claro que yo soy un ser dotado de dignidad y los demás también lo son. En vez de vías de escape, los campos de fútbol deben ser, y pueden ser, lugares para el crecimiento individual y colectivo. Esto sí que es ganar, y este es el objetivo de la Plataforma 090".

Asimismo, habla de que sea el fútbol el principal deporte donde se genera la violencia y lo compara con otros de los que cree que tendría que aprender: "En otros deportes, en cuanto aparecen la violencia o el engaño, en cuanto se da la más mínima muestra de falta de deportividad, la reacción de condena es unánime. El violento y el mentiroso sienten que no tienen cabida, y, efectivamente, no la tienen. Eso sucede en golf o en tenis, por ejemplo. El fútbol necesita que los que queremos el cambio no nos quedemos callados, sino que actuemos, que ayudemos a hacer pensar para, con ello, invitar al debate social y a dicho cambio".

El árbitro malagueño habla también de la figura paterna, punto sobre el que gira la campaña promovida por el proyecto impulsado por el Área de Deporte del Ayuntamiento de Málaga, con un vídeo que detalla la influencia de las palabras que reciben los hijos de sus progenitores. Así lo ve: "Los padres son un factor más, con su parte de culpa y de responsabilidad. Pero no son los únicos culpables, por supuesto. Ahora bien, si su comportamiento es bueno, no hay duda de que el objetivo de un fútbol educativo estará mucho más cerca. Eso tienen que saberlo los padres. Ellos son decisivos a la hora de crear un ambiente propicio para la diversión y formación en valores de sus hijos. Porque, sin duda, lo primero que un padre y una madre quieren del deporte es que este ayude a que su hijo reciba una buena educación".

El Árbitro de la paz explica el papel que deben jugar los medios de comunicación en un correcto trato de todos estos hechos violentos: "Creo que se deben emitir todas las imágenes, las buenas y las malas; pero, efectivamente, creo que se debe dar más protagonismo a lo bueno. Porque los buenos ejemplos pueden incentivar a otras personas a plantearse su realidad y a querer mejorar. En cuanto a los malos ejemplos, está bien ponerlos, pero, sobre todo, no hacerlo simplemente para crear polémica o ganar audiencia, sino para condenar esas actitudes. Es muy importante que los medios condenen cualquier muestra de violencia o falta de deportividad. No hace falta que se pelee un grupo de espectadores para empezar a hacer críticas negativas. Estas tienen que aparecer ante el primer insulto, ante la primera falta de honestidad. Y también al contrario. Eso ayuda. En el fondo, educar es ayudar a otros seres humanos a que ellos vean la bondad de lo bueno y la maldad de lo malo, y, en este despertar del espíritu crítico, los medios de comunicación tienen mucho que decir".

"Sea en activo o retirado, el que es árbitro de corazón lo es para siempre. Yo pertenezco a ese grupo y lo vivo como un honor"

Como colegiado y amante del arbitraje, Jiménez siguió muy de cerca la polémica generada tras la final de la Copa del Rey de Baloncesto, en la que un error arbitral provocó la amenaza del Real Madrid de abandonar la competición: "Los clubes y los aficionados en general tenemos que ser comprensivos con los árbitros y con los demás protagonistas del deporte. El error es parte del juego y de la vida, y es inevitable. En estos casos, si aparece el error en jugadas claras, yo soy partidario de una explicación pública. De hecho, me encantaría que se ofreciera. Eso es darnos a los demás la oportunidad de entender qué ha ocurrido".

Jiménez aboga por que los árbitros tengan más voz y puedan dar ruedas de prensa que ayuden a comprender sus decisiones y a relajar tensiones: "Sería bonito escuchar por qué se tomaron ciertas decisiones. Explicar, por ejemplo, que tal o cual error se produjo porque se cruzó un jugador y ello impidió la visión de la falta, o porque la jugada ocurrió muy rápido y era difícil medir la fuerza de la entrada. También, explicar la alegría de un acierto; lo que se experimenta, por ejemplo, cuando se aplica la ventaja y la jugada acaba en gol. Creo que todo esto ayuda a acercar el arbitraje a la gente que no lo ha experimentado nunca".

La figura del árbitro está muy castigada. Recibe muchas críticas y ningún reconocimiento aun cuando lo merece. Sin embargo, el colegiado malagueño considera su condición un motivo de orgullo: "Es algo vocacional para mí, algo a lo que me sentí llamado con 16 años. Siempre he recibido mucho del arbitraje y he procurado entregarme a él y sus valores. Sea en activo o retirado, el que es árbitro de corazón lo es para siempre. Yo pertenezco a ese grupo y lo vivo como un honor". Palabras con las que se despide y manda un mensaje a aquellos que sufren lo malo de esta profesión, pero que a la vez la aman y la defienden.

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