El equipo es el segundo más amonestado de la competición
Los de Schuster reciben 3,5 tarjetas por partido y tan sólo el Sevilla empeora sus guarismos
En las últimas semanas, la publicación de la clasificación del Juego Limpio ha ido viendo el desplome paulatino del Málaga. Tras la disputa de la vigesimotercera jornada, ha caído hasta la penúltima plaza. La roja de Sergio Sánchez en Vallecas tiene mucho que ver. Lo cierto es que más allá de lo poco elegante que resulta verse en esa tesitura, existen factores que explican un posicionamiento bajo en dicha clasificación.
Según entrenadores consultados por este periódico, existen dos factores que determinan esencialmente el hecho de que un conjunto vea muchas amonestaciones en contra: demasiada dureza a la hora de emplearse en el terreno de juego y una mala ubicación en los espacios a la hora de defender. El primer punto no parece ser problema blanquiazul, puesto que no es especialmente violento. La única roja que vio el equipo se la llevó Duda por una supuesta agresión en el Sánchez Pizjuán que no fue tal.
Sí que ha padecido en más de una ocasión amonestaciones por defender mal las transiciones y verse obligado a frenar con agarrones o patadas claros avances del rival. Se trata de una de las asignaturas pendientes de Schuster y los suyos esta temporada. De hecho, son en total 82 las cartulinas vistas en 23 jornadas. Tres rojas (Duda, Portillo y Sergio Sánchez) y 79 amarillas, lo cual arroja una media de más de 3,5 cartulinas por encuentro, algo que puede pasar factura en forma de demasiadas ausencias a lo largo de la temporada.
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