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El eslabón malagueño

  • Alberto Díaz, Pepe Pozas y Luis Conde, los candidatos más cercanos a asentarse en el primer equipo · El base pelirrojo, que ya fue importante al final de la Liga pasada, ya trabaja tras un brillante Europeo sub 18

Pepe Pozas, Luis Conde y Alberto Díaz son los tres malagueños que trabajan durante esta pretemporada con el primer equipo del Unicaja. Puntualmente ha ido también Rubén Guerrero. También los Sabonis, Domantas y Tautvydas, en la Costa del Sol desde niños. Son los aspirantes a mantener la tradición malagueña en el primer equipo. Tras la marcha de Berni Rodríguez no hay jugadores locales entre los 11 fijos del plantel. Quien tiene más papeletas para ser el jugador número 12, si no se acomete finalmente un refuerzo más para el perímetro, es Alberto Díaz.

El base pelirrojo se incorporó el lunes al trabajo tras una semana de vacaciones después del Europeo sub 18, en el que tuvo una destacada actuación. "Tuvimos la desgracia de la enfermedad de Javier Marín, lo que me hizo coger un rol más importante. Me encontré bastante cómodo, lástima que perdimos el partido de cuartos. Individualmente estuvo bien, pero siempre se quiere más a nivel colectivo", reflexiona Alberto Díaz, que parece más fuerte físicamente tras el verano. Está en 1,90 metros de altura.

Díaz acabó su etapa junior y ahora se encuentra de cara con el profesionalismo. "El año pasado, aunque ya debuté con el primer equipo y estuve todo el tiempo con el Clínicas, fue casi una prolongación de junior. Por la mañana aún iba al colegio y no me entrenaba, no era del todo consciente de lo que era esto. Ahora tengo que adaptarme a entrenar en doble sesión, que nunca lo había hecho", relata el malagueño, más maduro también a la hora de expresarse. Firmó su primer contrato profesional este verano por cuatro temporadas (dos más dos), pero tiene los pies en el suelo. "Mi equipo es el LEB con Francis Tomé. Si me llaman de aquí, bienvenido", dice tras una serie en la que sólo había otros nueve compañeros. Él era el único joven en una sesión física con sesión de tiro posterior. Por la tarde sí acudieron más para completar el entrenamiento. "Aprobé Selectividad y me pude meter en INEF por Magisterio. Aún no sé si matricularme por la mañana o por la tarde. A ver los horarios del LEB", dice el base malagueño, preocupado por sus estudios, algo a lo que se dedicará su hermano Ernesto, muchos años en la cantera cajista y también internacional en las categorías inferiores: " No se veía, estaba regular físicamente, cansado de tantas lesiones, pasó un último año muy malo. Ha decidido estudiar y seguir una nueva etapa y estaremos con él para lo que haga falta. Para mí era muy importante [es cuatro años mayor que Alberto], me hizo integrarme en el equipo del Clínicas el año pasado. Pero necesitaba eso y le apoyamos".

Alberto Díaz debutó la temporada pasada con el primer equipo en momentos de máxima necesidad. Luis Casimiro le otorgó la responsabilidad y respondió. En esa antesala del primer equipo, Díaz dice que ha seguido por "internet y los periódicos los fichajes. Allí en Lituania estaba conectado. Vi los de Gist y Dragic y suenan bastante bien. Empieza un nuevo ciclo, con nuevos jugadores, nos tenemos que conocer todavía. Es ilusionante, tenemos un pedazo de equipo e intentaremos luchar por lo máximo. Hay mucho nivel, se puede hacer cosas bonitas. Esperamos un buen arranque y a partir de ahí, ir poco a poco. Los bases están muy bien. Cuando vine no sabía cómo era Williams, pero ya me puse ayer a defenderle y vi que no era moco de pavo [risas]. Va a ser complicado rascar minutos, pero tengo dos grandes bases con los que luchar y con los que aprender".

A Díaz le hace ilusión convertirse en el eslabón que mantenga viva la tradición de jugadores malagueños en el Unicaja: "Es bonito ser malagueño y que la gente se ilusione con verte en el primer equipo. Ojalá un día me consolide ahí".

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