España-Fiyi en Málaga: Una fiesta casi perfecta (33-41)

Gran jornada de rugby en el Ciudad de Málaga. Un estadio lleno (más de 7.500 personas) con aficionados de todas las edades, muchos niños, de toda Andalucía vieron cómo España estuvo a punto de conseguir una de las grandes victorias de su historia. Dominó hasta que quedaban siete minutos para el final a Fiyi, una de las ocho mejores selecciones del mundo, pero le faltó resuello para controlar la potencia del equipo que representa a un archipiélago donde es deporte rey (33-41).

España desplegó un primer tiempo magnífico, defensivamente sufridora para aguantar las embestidas y el desequilibrio fiyiano y con precisión quirúrgica cada vez que pasaba a la línea de 22 de los rivales. Mediada la primera mitad llegó el primer ensayo español, con la delantera apretando y posando a través de Tani Bay, con transformación de Gonzalo López Bontempo para el 7-0. Aunque la respuesta oceánica llegó rápida para igualar 7-7 con un posado. López Bontempo, el pateador del equipo nacional, metía después un golpe de castigo desde 50 metros sensacional, con un toque rasante tras tocar en el palo y pasar. Llegó otro ensayo de Fiyi, capaz de crear peligro con un pase o una finta. España defendió muy bien en su línea de 22, pero a campo abierto fue más complicado. Con el 10-14 y ya en el descuento, otro ensayo de España con un gran ataque de la delantera culminado por Alejandro Laforga para mandar al descanso (15-14). Grandes minutos del malagueño Alberto Carmona, con placajes de calidad y mucha presencia defensiva.

La distancia entre los dos equipos a priori debía hacerse patente en la segunda mitad por la superioridad física fiyiana, con los delanteros potentísimos al mismo tiempo que hábiles para el desequilibrio. A un ensayo fiyiano había respuesta española con un robo espectacular de Tani Bay, que posaba su segundo ensayo, transformado por López Bontempo, que poco después también transformaba un golpe de castigo para poner una distancia de siete puntos (28-21). Respondía Fiyi con otro (28-24) antes de un nuevo ensayo español para extender la renta a 33-24, esta vez sin transformación.

Quedaban 15 minutos y España iba arriba en el marcador, estaba cerca de una de las grandes victorias de la historia. Fiyi ensayaba y transformaba (33-31). Había salido Carmona y había entrado el marbellí Pablo Miejimolle. El XV del León intentaba ralentizar el ritmo del duelo, pero no le dio para aguantar las embestidas de Fiyi, que fue por detrás hasta que quedaban siete minutos. Un ensayo transformado vencía la resistencia española. Y un golpe de castigo ya lo hacía imposible. En cualquier caso, un día grande para el rugby español en Málaga.