En el primer año de la historia del Unicaja sin un malagueño fijo en la primera plantilla adquiere mayor relevancia el debut de un hombre de la casa. Luis Conde (Málaga, 1993) jugó cinco minutos y medio ante el Elan Chalon. "El partido para el Unicaja no era trascendente, pero yo nunca lo voy a olvidar. Cumplí el sueño de mi vida, debutar en el equipo de mi ciudad", admite el día después el escolta malagueño tras una sesión matinal... de estudio.

Luis Conde, brillante estudiante premiado en su día por compatibilizar deporte y libros, cursa su segundo año de Medicina. En el primero aprobó ocho de 10 asignaturas mientras no se saltaba un entrenamiento con el Clínicas Rincón. "Entrenar tantas horas requiere mucho tiempo. De 9:00 a 12:00 son las clases teóricas, pero a esa hora entreno con el Clínicas, así que me voy corriendo a las prácticas, que son de 12:00 a 14:00 y es más necesario estar presente. Después para casa a comer, a entrenar por la tarde y cuando vuelvo es el tiempo para estudiar. Es todo rutina", explica con naturalidad el paleño, que comenzó a jugar en el colegio La Presentación, pasó en minibasket a El Palo (dirigido por Chiki Gil, ahora ayudante de Francis Tomé en el Clínicas) y en infantiles al Unicaja. Fue campeón de Europa sub 16 con España, en un torneo en Lituania en el que se ganó la final al equipo local. Después no ha vuelto a participar en grandes campeonatos, pero no ha dejado de estar en la órbita de las selecciones nacionales. Este verano puede engancharse aún a la selección sub 20. En estos años ha madurado ganando poco a poco minutos en el Clínicas hasta convertirse en hombre capital a las órdenes de Tomé. "He jugado menos en temporadas anteriores, pero para un junior ya era importante tener minutos en Adecco Oro. No me he visto estancado y siempre he querido seguir jugando y estudiando. Tengo muy claro que no dejaré de estudiar, pero tampoco de jugar", explica el malagueño, que ha realizado ya pretemporadas con Aíto García Reneses, Chus Mateo y Jasmin Repesa. Este año es el recurso habitual para completar un entrenamiento cuando falta un exterior. Esta vez se ausentó Simon y obtuvo el premio del debut ante el Chalon.

Físicamente más robusto, a Conde, que parece evolucionar hacia escolta sin dejar de tener buen manejo de balón, se le nota el cambio. "Con Diego Vázquez [preparador físico de la cantera] hemos trabajado duro. La verdad es que era un tirillas no hace tanto y ahora sí me voy notando más musculado", afirma el último debutante malagueño en partido oficial en la élite, que ya puede equipararse a Pepe Pozas y Alberto Díaz, compañeros en el Clínicas. "Que la gente suba desde el junior o desde el Clínicas es señal de que estamos trabajando bien, ojalá nos acabemos consolidando algunos. Allí somos amigos de toda la vida y es más cercano todo. En el primer equipo se nota más la profesionalidad y la seriedad, pero estoy contento por cómo te ayudan todos los compañeros. Txemi Urtasun , Sergi Vidal, Carlos Jiménez o Calloway están encima y pendiente de corregirme. Hay buen ambiente", asevera el malagueño, que dice no tener un ídolo concreto, pero que siempre admiró a Juan Carlos Navarro y José Manuel Calderón.

Conde admite que ha recibido alguna broma de los compañeros por ese -7 de valoración que sumó en poco más de 5 minutos. "Bueno, es verdad, pero me seguían buscando para darme el balón", cuenta divertido. Un par de entradas a canasta se saldaron con tapones recibidos y empeoraron su estadística. Pero tras el sueño de debutar en un partido de Euroliga toca la realidad. Una realidad también ilusionante. El Clínicas juega esta tarde contra el Guadalajara en Los Guindos (18:00 horas) por el primer puesto en la Adecco Plata. "Es un partido importante y bonito, somos los dos primeros clasificados y jugamos en Los Guindos", remata Luis Conde, el último malagueño en la élite.